sábado, 18 de agosto de 2007

IMÁGENES Y SONIDOS DE LOS JAIME VILLASEÑOR 031 El Chamaco Alarid en Tepetitlán

Chamaco Alarid, llamaron los redactores deportivos a mi hermano Armando Jaime Alarid, por su extrema juventud cuando destacó en el ámbito deportivo. Efectivamente Armando ha gozado del don atlético, por una facilidad natural para desempeñarse en cualquier deporte.
Desde su adolescencia, con motivo de un local comercial familiar llamado "El Talismán", exactamente enfrente de un Deportivo, empezó a probar suerte en el basquetbol lo que le permitió descubrir muy oportunamente su vocación hacía el deporte ráfaga.
No exagero cuando hablo de él como una gloria juvenil universitaria, ya que sus múltiples giras en México y en el extranjero, así lo acreditan y los innumerables recortes periodísticos lo certifican.
El fue el canastero estrella de la Universidad Nacional Autónoma de México a finales de los 60 y principios de los 70, anotó tantos puntos, que solo él que lleva una estadística minuciosa lo sabe, pero pagó tributo con su rodilla que hubo de operarse, afortunadamente con una recuperación de 100%.
Nunca ha dejado el deporte de sus amores y ahora funge como Presidente de la Fraternidad de Basquetbolistas Universitarios, función que desarrolla con gran eficiencia, alternando con sus actividades profesionales como abogado.
Este sábado, después de su actividad en la Fraternidad, acompañado de su hija Carolina, con la lamentable ausencia de Irma su esposa, visitó Tepetitlán en donde le esperaba un riquísimo mole preparado por Cucú.
A la mesa estuvimos Armando, Cucú, Lizther, Tammy, Mamama y Papabeto. Los niños por su parte jugaron, convivieron y comieron en el salón B de Tepetitlán, en donde estuvo omnipresente un tal Indalecio, cuya sola mención ruborizaba a nuestra ahijada Carolina.
Saludos Chamaco, buen viaje y pronto regreso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Beto:
Con sumo agrado he leído tu blog, que amablemente me dedicaste con motivo de la visita y extraordinario mole preparado por CUCU que digusté.

Una vez más, demuestras tu dificíl facilidad para amalgamar situaciones serias y chuscas, con un estilo ágil y generoso en tus conceptos.

Agradezco tus palabras que alimentan el ego y dejan clara muestra del cariño que nos tienes a los hermanos, que en ti vemos un ejemplo a seguir.
Con este blog, me recuerdas tu publicación del AyU, en los años 60' y los blogs del nuevo milenio, dan la posibilidad de integrar aunque sea por medio electrónico a toda la familia. ¡Felicidades Armando.