lunes, 17 de agosto de 2009

15 P A CH U C A

El Autor en Pachuca, Hidalgo
Pachuca, Ciudad capital del Estado de Hidalgo, aproximadamente con 250 000 habitantes, es el municipio más densamente poblado, 1552 habitantes por km2, concentrando el 11% de la población total del estado.

Situada al norte del Valle de México, a 2426 metros sobre el nivel del mar, ubicada solo 95 kilómetros al norte de la Ciudad de México, fue fundada en 1524 y su historia está ligada a la minería, ya que se descubrieron minas de plata desde mediados del S XVI.

Formalmente se conoce como Pachuca de Soto en honor del diputado liberal al Congreso Constituyente de 1857, Manuel Fernando Soto Pastrana cuyo mérito fue gestionar la creación y erección del actual Estado, cuando era Gobernador del Segundo Distrito Militar del Estado de México, hoy Estado de Hidalgo.

La palabra Pachuca procede del verbo náhuatl pachoa, gobernar y significa “lugar donde se gobierna”, aunque otros dicen que en realidad significa “lugar estrecho”.

De clima templado y seco con vientos dominantes del noreste, con velocidad extrema de 60 a 65 kilómetros por hora, de donde le viene a la ciudad el nombre de “bella airosa”.

El 16 de enero de 1869 se erigió el Estado de Hidalgo y Pachuca fue designada su Capital.

Los encantos de Pachuca no son pocos y seducen al viajero. El solo hecho de andar por sus centenarias calles es una experiencia reconfortante, que permite descubrir casonas y templos coloniales, levantados por los poderosos señores de las minas.

Como atractivos de la ciudad, destacan, pero no se restringen solo a ellos, el Reloj Monumental, la casa Rule y el Templo y ex Convento de San Francisco.

El Reloj Monumental, máximo símbolo de la ciudad de Pachuca, Hidalgo, se encuentra en la Plaza Independencia, en el Centro Histórico, inició su construcción en 1904, con financiación principal de las empresas mineras de origen inglés que operaban en el estado de Hidalgo, siendo inaugurado el 15 de septiembre de 1910 para conmemorar el centenario de la Independencia, bajo un proyecto del arquitecto Tomás Cordero y construido por los ingenieros Francisco Hernández y Luis Carreón.

El reloj, que marca el ritmo y el devenir de la ciudad, cuenta con un carrillón (grupo de campanas que producen un sonido armónico) réplica del Big Ben de Londres, porque ambos fueron fabricados por la misma compañía.

Con la intención que sus tañidos se escucharan en toda Pachuca, se colocó en la parte alta de una torre de 40 metros, de cuatro niveles y cuatro carátulas idénticas dirigidos hacia los cuatro puntos cardinales, es de estilo neoclásico y presenta arcos, columnas y un águila mexicana franqueada por grecas prehispánicas, además, tiene un remate de cobre fabricado en Monterrey, que alberga ocho campanas diferentes, que suenan cada 15 minutos.

En su tercer nivel destacan cuatro hermosas esculturas femeninas, de tres metros de altura, realizadas en mármol de Carrara, que simbolizan a La Reforma (1859), La Libertad (1810), La Independencia (1821) y la Constitución (1857).
La Casa del Conde Rule, de estilo victoriano y con bellos vitrales, embellece el paisaje urbano de la ciudad desde 1880, siendo la residencia de Francisco Rule, un hombre enriquecido por la actividad minera.
Construida a finales del S XIX, por el acaudalado minero Francisco Rule, empresario de origen inglés, dueño de la importante compañía minera de la época, es otra de las interesantes muestras de la arquitectura de la época porfiriana.
La Casa, es un edificio distribuido en dos niveles, alrededor de un patio central, su fachada principal, se ve coronada por una buhardilla que le confiere un aspecto europeizante. La puerta principal de la casa tiene influencias neoclásicas patentizadas en varios elementos: pilastrillas sosteniendo un entablamento con frontón partido, otros circulares, cornisas, ménsulas de cantera y veneras con tallos.
Tienen un jardín al frente limitado por una reja de hierro, tienen tres curiosas aberturas en la parte inferior por medio de las cuales se pagaban a los empleados de la compañía minera.
La parte alta del inmueble resguarda varios vitrales emplomados, uno de ellos en la oficina del secretario general de la presidencia, presentando un dibujo geométrico circular con flores y motivos vegetales, con las iniciales en la parte superior “F. R” (Francisco Rule), y la fecha 1869.
La construcción tiene un entrepiso de madera, papel tapiz en las paredes, puertas y ventanas de madera, al igual que un rodapié. Los herrajes, picaportes y bisagras son bastante interesantes por su intricado labrado.
Las autoridades del estado de Hidalgo compraron la propiedad en 1942, para convertirla en el Palacio de Gobierno, condición que mantuvo hasta 1971, cuando las instalaciones fueron cedidas al Tribunal Superior de Justicia. A partir de 1985 es la sede del H.Ayuntamiento de Pachuca.

El Templo y ex Convento de San Francisco, coloso arquitectónico de estilo barroco, cuya construcción fue iniciada en 1596, bajo la dirección de fray Francisco de Torantes, se terminó en 1660 por los franciscanos.

Su fachada es de sencillas proporciones, de estilo barroco y en su interior se conservan vestigios de la obra del siglo XVI, en la bóveda con nervaduras.

En la antesacristía y la sacristía, conserva un bello juego de lavamanos realizados en piedra tallada, uno de ellos con bellas tarjas de azulejo de estilo Talavera, de Puebla, con un vertedero zoomorfo.
Alberga valiosas pinturas al óleo del siglo XVIII, un impresionante retablo de estilo churrigueresco. El claustro anexo se concluyó en 1604 y tuvo varios usos que lo arruinaron en gran parte, aunque hoy se encuentra remodelado y es sede del Centro Cultural Hidalgo.

La primera noticia sobre las minas de Pachuca señala que Alonso Rodríguez de Salgado, mayoral de una estancia de ganado menor, descubrió, al andar repastando, unas vetas muy ricas de plata, denunciándolas ante Gregorio Montero, en la Ciudad de México en 1552, iniciándose un sistema de beneficio llamado fundición, revolviendo metales plomosos que se sometían al fuego hasta que el metal escurría en unos moldes, de alto costo por la cantidad de leña que consumía.

En 1555 Bartolomé de Medina puso en práctica el método de amalgamación o “beneficio de patio” que abatió los costos y permitió explotar las minas de escaso rendimiento.

En 1747, por las inundaciones de las minas Pachuca, las aldeas vecinas casi se habían despoblado. En 1749 Pedro Romero de Terreros, Conde de Regla y José Alejandro Bustamante y Bustillos obtuvieron la concesión para explotar las minas de Pachuca, desaguaron los tiros de las minas, quedando descubierta la veta La Vizcaína.

Bajo la administración del Conde Regla, de sus dos hijos y de su nieto, la producción de las minas de Pachuca alcanzó su nivel más alto, principalmente en Real del Monte.
Pedro Romero de Terreros, nacido en Huelva en 1710, muere en San Miguel regla, Nueva España en 1781. Este noble e industrial español llegó a la Nueva España a la edad de 22 años, llegando a ser Alcalde, Álferez Real y Alguacil Mayor de la Ciudad de Querétaro. Enterado que en el Poblado de ReaL del Monte existían grandes vetas de plata, oro y otros minerales se trasladó a ese sitio en 1743, acumulando enorme fortuna.
Romero de Terreros se hizo notar por sus actividades filantrópicas, ordenado por el rey como Caballero de Calatrava, recibiendo de Carlos III de España, el título de Conde, escogiendo él mismo, el nombre de “Conde de Regla” por su devoción a la virgen de Regla.
Las grandes vetas de Real del Monte hicieron a Pedro Romero de Terreros el hombre más rico de América; era propietario de las Haciendas de Santa María Regla y de San Miguel Regla, esta última, construida en el siglo XVIII como un importante centro de negocios, hoy se distingue por su esencia colonial y se ha convertido, desde la década de los 50, en un hotel espléndido de admirable arquitectura, que se destaca como un lugar de ensueño propicio para el confort y el descanso.

En este conjunto se puede apreciar el casco y la capilla que aún permanecen en pie; el lujoso hotel se ubica a pocos kilómetros de la cabecera municipal de Huasca de Ocampo.

Cerca del hotel, se encuentra una maravilla natural conocida como Los Prismas Basálticos, que son increíbles columnas geométricas de basalto ubicadas al pie de una barranca bañada por las aguas de la presa San Antonio.

En 1848 Manuel Escandón y Nicanor Béistegui formaron la Compañía de Real del Monte y Pachuca, aumentando la producción de plata, fundándose en 1860 la Escuela Práctica de Ingenieros de Minas.

La Compañía Real del Monte en 1906 vende su nombre, bienes y concesiones a la United Status Minning Smelting and Refininng Co. cambiando el beneficio de patio por el de cianuración a base de reacciones químicas, más rápido y económico, trasladando los bienes al gobierno federal en 1947.


Curiosidad:
Para el desagüe de las minas se utilizaban los malacates, del náhuatl malacatl, malani “torcer”, ácatl “caña”:caña para torcer, era el aparejo para descender a las minas o para sacar de ellas hombres, minerales y agua; para mover 28 malacates, se necesitaba la fuerza de 1200 caballos y 400 hombres.

Curiosidad“La Plata de Pachuca era afamada mundialmente, los turcos de Jerusalén no recibían las barras de plata si no llevaban grabado el nombre de Pachuca, que ellos decían Pachocha, término que quedó como sinónimo de riqueza.

En virtud de un contrato de arrendamiento con el tercer conde de Regla, en 1824 llegaron a Pachuca los primeros ingleses que explotarían las minas hasta 1848.

En Londres se funda la Compañía de los Caballeros Aventureros en las Minas de Pachuca que durante 24 años, mecanizaron la explotación, mantuvieron una fuente de trabajo y ampliaron la red de caminos que comunicaban las bocas de los tiros con las haciendas de beneficio; en este tiempo arraigaron ciertas costumbres británicas en Real del Monte y Pachuca.

Actualmente, en el Reino Unido, existe la Sociedad Cultural Cornish Mexicana, originaria de las ciudades de Camborne y Redruth, Cornwall, que se han hermanado con Pachuca y Real del Monte, fortaleciendo los lazos que tienen desde 1824, que desde Veracruz llegaron con mil quinientas toneladas de maquinaria a cuestas de los Cornish, grupo étnico de origen celta que habitaba en la península de Cornalles, al suroeste de Inglaterra, que gozaban de la fama de ser considerados los mejores mineros del mundo.

Los Cornish, como toda cultura traía sus propias tradiciones y es así que llegó con ellos el famoso “Cornish Pasty”, empanada rellena típica de Cornwall, que adaptado a las tierras mexicanas, cambio su nombre de pasty por paste.
Quedan como vestigios el Cementerio de los Ingleses de Real del Monte, la Iglesia Metodista, el legado minero cornish de Pachuca y Real del Monte, la residencia de Francis Rule de Camnborne, el reloj de Pachuca que tañe con el mismo tono del Big Ben de Londres y por supuesto los pastes.

El paste, degeneración de la palabra pasty, que era el antaño almuerzo de los mineros ingleses, se ha convertido en el platillo típico de Real del Monte.

Es una empanada hecha a base de harina, manteca o mantequilla y sal (ocasionalmente hojaldrado), relleno tradicionalmente de carne de res, papa, poro o cebolla, aunque actualmente existen de distintas combinaciones de ingredientes de la cocina mexicana: frijoles, mole o dulces.

Fue traído por los ingleses en el siglo XIX que vinieron a explotar las minas de plata, ya que era cocinado para almorzarlo en las minas debido a su facilidad de transportación y degustación.
El tradicional paste de papa, tienen en la orilla una trenza elaborada con la misma pasta, y cuentan que esa orilla era la única parte del paste que no se comían, debido a que dentro de las minas no se podían lavar las manos, por lo que tomaban el paste por esa orilla y así no tocaban el paste con la manos sucias.
Los originales pastes son los de papa, ya que guardaban el calor y para la hora del almuerzo aún se conservaban calientes, la trencita que tienen en un costado, era para poder tomarlos de esa parte y no la comían los mineros, porque generalmente se dañaba al contaminarse por las manos empolvadas; en la actualidad se ha modificado mucho el paste, pero aún existen pequeños locales que guardan la receta original y la verdadera esencia del paste tradicional.
Curiosidad
El fútbol fue traído a México por los ingleses del SXIX que vinieron a explotar las minas de plata a Pachuca, jugado por primera vez por mineros Córnicos en Pachuca. Técnicos y mineros ingleses de la Compañía Real del Monte y Pachuca fueron los que el año de 1901, formaron el primer equipo de Fútbol Soccer en la República Mexicana (Pachuca Atlethic club), seis años antes, que se inaugurara la primera Liga Mexicana de fútbol.

martes, 4 de agosto de 2009

14 X O CH I M I L C O

El Autor en Xochimilco

Xochimilco, una de las 16 delegaciones del Distrito Federal, la tercera en superficie territorial, se localiza a 30 kilómetros al sur del zócalo, es de clima templado y se encuentra a una altura de 2274 metros sobre el nivel del mar. Actualmente, es uno de los lugares más visitados de la Ciudad de México por el turismo nacional e internacional.

Su nombre se deriva del náhuatl xochitl, flor; milli, campo cultivado; y co, lugar: “en el lugar de la sementera florida”; forma 17 barrios o calpulis con sus capillas en torno a la plaza central.

La parte norte de la delegación corresponde al vaso del antiguo lago de Xochimilco, en donde tradicionalmente se cultivan hortalizas, legumbres y flores. Ha sido desde antaño un centro turístico; pero por el avance de la mancha urbana, los canales se han ido cegando; las chinampas van siendo invadidas cada vez más y la plaza colonial se ha convertido en estacionamiento, padeciendo la depredación los ahuejotes, especie endémica de árbol, de los lagos de México. Aún así es un lugar digno de visitar.

Los xochimilcas, una de las siete tribus nahuatlacas, hacia 900, fueron los primeros en llegar a la Cuenca del Valle de México, fundando Xochimilco en 919; en el siglo XV fueron sometidos por Nezahualcóyotl y en 1430, bajo el dominio azteca, redujeron su zona de influencia a la orilla del lago de Xochimilco.

Al iniciarse la conquista hispana sobre la gran Tenochtitlan, Xochimilco fue unos de los primeros en pasar a los españoles y por donde hacia 1524 llegaron los primeros frailes franciscanos a evangelizar a los nativos; entre 1534 y 1579 fue construido un convento franciscano, que actualmente está asociado a la catedral de Xochimilco, dedicada a San Bernardino de Siena, con un retablo que representa el paso de la orden franciscana por ese lugar, considerado como una obra de gran valor artístico e iconográfico.

El Convento y Parroquia de San Bernardino de Siena, se encuentra en el centro de Xochimilco, cuya construcción fue financiada fundamentalmente por los indios principales, siendo el referente de trece pueblos de visita. Tanto en el templo como en el convento existen pinturas, esculturas y tallas de gran calidad realizadas por grandes artistas. Otra de las atracciones es el mercado Xóchitl, que constituye el centro de abastos más importante de la zona.

Constituyendo su identidad turística, se encuentra el antiguo sistema de la chinampa (jardines flotantes), que ha dado a conocer a Xochimilco en el mundo; entre ellas quedan los canales donde se puede navegar tranquilamente a bordo de embarcaciones llamadas trajineras o chalupas que suelen adornarse con flores incrustadas, formando letras de nombres femeninos, que adornan el frente, dentro de la trajinera, durante el trayecto en los canales, se puede disfrutar comida típica, que se vende en los alrededores de los embarcaderos.

En 1987, Xochimilco fue declarada por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación) como Patrimonio Cultural de la Humanidad, pues además de poseer importantes vestigios arqueológicos, prehispánicos y coloniales, conserva características urbanas y rurales bien definidas.


Curiosidad:
Una fecha importante para visitar Xochimilco es el mes de abril en que se lleva a cabo el concurso “La Flor mas bella del Ejido” que se elige entre las lugareñas mas atractivas de los diferentes pueblos de la región.
Los Canales

Visitar la zona de Xochimilco, que fuera declarada patrimonio cultural de la humanidad, es viajar por el tiempo, debido a su alto valor cultural y sus irrepetibles características naturales, disfrutando de un paseo relajante, lleno de olores y colores, utilizando las trajineras o chalupas, lo que le permitirá conocer las famosas chinampas y surcar sus canales.

El lago de Xochimilco, el último gran lago de la Cuenca de México, estaba comunicado con otros dos lagos (Texcoco y Chalco); en la actualidad se encuentra reducido a canales que son alimentados con aguas tratadas del cerro de la Estrella; Xochimilco tiene una red de 176 kilómetros de canales navegables protegidos, de los cuales unos 14 son visitables por el turismo y se pueden recorrer en embarcaciones que los lugareños decoran con arreglos florales de singular belleza.

Los canales, famosos en todo el mundo porque están bordeados por flores o por verduras, datan de la época de los aztecas, nacieron en la zona lacustre, una vez que se formaron las chinampas, eran utilizados como vías de tránsito y para comercializar flores, legumbres y verduras.

Algunos canales se prolongaron hasta distancias de dos mil metros; ahora los principales son los que se utilizan, por su majestuosidad, para el “paseo” dominical o festivo.

El viaje más común hoy en día, conocido por la mayoría del público, es por el canal que une Coltongo y los tradicionales embarcaderos del centro con los del conjunto de Nativitas, comenzando por cualquiera de los dos extremos.

En pleno siglo 21 y en la mancha urbana de la Ciudad de México sobreviven los canales de Xochimilco, por donde surcan trajineras y es posible conseguir flores, bebidas, alimentos, así como escuchar música típica de mariachi, norteña o de marimba.

Curiosidad
Hasta 1938, en que se clausura el canal de la Viga, existía comunicación fluvial, con buques de vapor introducidos en 1850, entre Xochimilco y la Ciudad de México.