Aunque mi hermana Marce (Marcela Jaime Alarid) juega diferentes roles en la vida con gran eficacia, en ésta ocasión quiero destacar su faceta como hija, que es totalmente exitosa.
Ya desde antes de nacer, mi madre tenía la certeza que iba a ser mujer (notar que en esa época no había ultrasonido), es mas ya tenía nombre, de solo desearla y de solo pensarla, mi mamá estaba fascinada, así que cuando nació fue un gusto generalizado.
De esa fecha hasta nuestros días, no ha dejado de ser la consentida absoluta, de pequeña incluso de mi padre, ahora es la número uno de Mamá Tete; cuando creció y tuvo que hacer frente a un coqueluche en clima tropical, todos nos desvivíamos por ella. De adolescente parecía hermana gemela de Memo y ahora es elemento básico de la familia.
Pero todo esto no ha sido gratis, ella ve y provee a nuestra madre, es su amiga y confidente, es su apoyo fundamental y mantiene comunicación permanente, por eso digo que es inmejorable.
Últimamente hemos tenido una actividad común, investigar la genealogía de los Alarid, por ello acudimos al Archivo General de la Nación, en Lecumberri, para obtener evidencia. Después de esa agotadora jornada, pasamos a comer vitamina S, casi tan buena como la vitamina T y degustamos, para perpetuar la tradición mexicana, unos ricos sopes.
Todo el tiempo, tomándola del brazo o entrelazando sus manos, Marcela hizo un dúo dinámico con su consentidora progenitora.
Completamos el aire para las llantas en una panadería de barrio, con un rico postre, de la inmensa variedad de panes dulces que todavía ponen a nuestro alcance. En fin un buen día con una gran compañía.
Ya desde antes de nacer, mi madre tenía la certeza que iba a ser mujer (notar que en esa época no había ultrasonido), es mas ya tenía nombre, de solo desearla y de solo pensarla, mi mamá estaba fascinada, así que cuando nació fue un gusto generalizado.
De esa fecha hasta nuestros días, no ha dejado de ser la consentida absoluta, de pequeña incluso de mi padre, ahora es la número uno de Mamá Tete; cuando creció y tuvo que hacer frente a un coqueluche en clima tropical, todos nos desvivíamos por ella. De adolescente parecía hermana gemela de Memo y ahora es elemento básico de la familia.
Pero todo esto no ha sido gratis, ella ve y provee a nuestra madre, es su amiga y confidente, es su apoyo fundamental y mantiene comunicación permanente, por eso digo que es inmejorable.
Últimamente hemos tenido una actividad común, investigar la genealogía de los Alarid, por ello acudimos al Archivo General de la Nación, en Lecumberri, para obtener evidencia. Después de esa agotadora jornada, pasamos a comer vitamina S, casi tan buena como la vitamina T y degustamos, para perpetuar la tradición mexicana, unos ricos sopes.
Todo el tiempo, tomándola del brazo o entrelazando sus manos, Marcela hizo un dúo dinámico con su consentidora progenitora.
Completamos el aire para las llantas en una panadería de barrio, con un rico postre, de la inmensa variedad de panes dulces que todavía ponen a nuestro alcance. En fin un buen día con una gran compañía.
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