El gigantesco monstruo acuático, toma el nombre de Leviatán-liwyathan-del hebreo, enrollado; su raíz da la idea de algo sinuoso o que forma pliegues como si fuera una guirnalda. En el judaísmo, Leviatán simboliza las potencias malignas, a menudo asociadas a Satanás. La bestia es mencionada en el Antiguo Testamento como la encarnación de la fuerzas del mal y del caos. Hay referencias de este esperpento marino tanto en el Génesis, en el libro de Isaías, como en los Salmos y en el libro de Job. En el Génesis (1:21) se afirma que Dios creo a Taninim-monstruo marino en hebreo-y su pareja, matando a la hembra para que los leviatanes no procrearan y se extinguieran. Isaías profetiza que “Yavé castigará con su espada a la serpiente Leviatán y matará al dragón del mar”. Los Salmos confirman su existencia y el Libro de Job que describe lo difícil que es combatir a la bestia, relacionándola con seres acuáticos de grandes proporciones que serpenteaban en las aguas donde navegaban los barcos. Los hebreos también hacen mención de Leviatán en el Talmud.
La Biblia hebrea dice que "El Leviatán era un pez monstruoso creado por Dios en el quinto día de la creación. Las tradiciones judías narran que de su boca salía fuego y que su nariz humeaba. Sus ojos irradiaban luz brillante y vagaba a voluntad sobre la superficie del mar, dejando una estela resplandeciente a su paso. Ninguna de las armas del arsenal humano podría traspasar sus gruesas escamas. El Leviatán de los textos religiosos hebreos simbolizaba originalmente las aguas primordiales, es el surgimiento del lado endemoniado es este mundo, por lo que Leviatán habita en la oscuridad y confinado a las profundidades marinas.
El Leviatán también puede ser interpretado como el mar en si mismo, con sus contrapartes, Behemoth que es la tierra y el Ziz que es el aire y el espacio. El Buey Behemoth, animal terrestre terrible, que pastaba en el país de las mil montañas y bebía en el río Edén, destinado a enfrentarse al pez Leviatán, momento en el que Dios su creador, con su espada poderosa los matará a ambos, junto con el ave Ziz, pájaro gigante que puede bloquear el sol con sus alas, que servirán como comida en el banquete después del Armagedon- Apocalipsis o desastre fatal-.
El cristianismo consideró a menudo a Leviatán como un demonio asociado con Satán o el Diablo; algunos eruditos bíblicos lo consideran una representación de las fuerzas persistentes al caos.
Para Santo Tomás de Aquino, el Leviatán es el demonio de la envidia y el primer diablo destinado a castigar a los pecadores correspondientes. En tanto que otros consideran que éste es un símbolo de la humanidad en oposición a Dios. En la demonología medieval el Leviatán intenta devorar a las personas causando terror. Los grandes viajeros marinos vieron al Leviatán-nombre genérico para monstruo marino-devorando naves enteras y creando torbellinos por su nado veloz alrededor de los cascos.
El Leviatán, sin duda la versión mediterránea de la gran serpiente marina, según la “criptozoología”, palabra ausente en el diccionario, podría corresponder a un animal verdadero, como el extinto Mosasaurus-del género saurópsidos mosasáuridos-que viviera en el Cretácico superior en lo que hoy es África, Europa, Norteamérica y Nueva Zelanda, estrechamente relacionado con otros reptiles marinos, cuyas dimensiones descomunales-hasta 20 metros-los convertían en los segundos depredadores más grandes, solo superados por el liopleurodon, pero quizá el mito de este gran monstruo marino, pudiera relacionarse con animales menos alejados a nuestra realidad histórica, como serpientes o cocodrilos.
También el Leviatán pudo haber sido asociado a la presencia de hipopótamos, cachalotes, ballenas o tiburones, pero una teoría que toma fuerza es que el Leviatán pudo ser confundido con el Calamar Gigante, animal que puede medir más de 20 metros y pesa cerca de 1000 kilos, y del que sólo se tienen algunos restos pues hasta el momento no se ha podido filmar ni obtener imágenes de este tipo de animales para conocer su estilo y costumbres de vida. La versión del Calamar Gigante coincide con la leyenda de la mitología escandinava y finlandesa del Kraken.
El monstruo de los mares que, según la leyenda, aparecía junto a las costas de Noruega e Islandia “cuando dormía parecía una isla y los marinos que desembarcaban, encontraban una terrible muerte acuática”, se trata del kraken o craken, conocido por los pescadores noruegos del siglo XVI y que aparece en versión escrita en la Historia de Noruega de 1752, que cuando emerja totalmente, será una señal de que se acerca la batalla del fin del mundo de la mitología nórdica o Ragnarök-destino de los dioses-liderada por Odín.
El Kraken es una criatura comúnmente descrita como un tipo de pulpo o calamar gigante, que emergiendo de las profundidades ataca barcos y devora a los marinos. Los pescadores enmudecen de pavor cuando aparece este “leviatán”. El escepticismo moderno no se aviene a la existencia de «krakens» y afirma que son los calamares gigantes, los que confunden a los observadores. Lástima, merecería ser verdad la existencia de tan colosal monstruo marino, independientemente de las confusiones que se hayan tenido con algunos animales, que sorprendían a quienes los veían por primera vez, en realidad Leviatán es solo una metáfora que simboliza el paganismo o si acaso, aunque interesante, una leyenda mas.
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