viernes, 26 de diciembre de 2008

Sucesos de Otros Lares 19 REINO DE BUTHÁN: Primer país” Smoke Free” del mundo

Imagen: Collage de viajesindia.es y viajarasia.com
Encapsulado entre dos colosos-la India y China-Bhután ha sobrevivido cuasindependiente, en medio de una historia nebulosa que aún guarda secretos para los historiadores, pues la crónicas de los monasterios no explican del todo el gran misticismo que caracteriza a este minúsculo Reino asiático, de monarquía parlamentaria, de solo 47 000 Km2 de extensión territorial, el 65% de la superficie cubierta de bosques, con ecosistema casi intacto, y poco mas de dos millones de habitantes, la mayoría bhotias, de origen tibetano.

Aunque hallazgos arqueológicos sugieren que este territorio, casi enteramente montañoso, situado al pie de la cordillera del Himalaya oriental, ha sido habitado por miles de años, y que en el siglo VIII el gurú indio, fundador del budismo tibetano, Furu Padmasambhava establece templos y monasterios budistas, incluyendo el famoso Taktshang, construido en una gigantesca roca, en lo alto de un risco sobre el valle norte del Paro, la única ciudad con aeropuerto en el Buthán.

No fue sino hasta los primeros años del siglo XV que Buthán surge como país, estableciendo en 1907 la monarquía absoluta hereditaria, siendo el primer rey Ugyen Wangchuk. Tres años después se firmó un tratado por el cual el país se convertía en protectorado británico, logrando su independencia en 1949, con la India guiando los asuntos exteriores.

Drug Yul, nombre local de Buthán, que significa “la tierra del dragón de truenos”-debido a que en las creencias locales los truenos son el sonido de los dragones rugientes- bajo el liderazgo de Jigme Dorji Wangchuck, tercer rey, emerge de su ancestral aislamiento y logra el reconocimiento de las Naciones Unidas como nación soberana en 1971. El cuarto monarca del país, Jigme Singye Wangchuck, marcó el comienzo de la interacción regular con los visitantes foráneos, permitiendo visitantes al país por primera vez decretando que el 60% del país debería ser preservado en estado salvaje, conduciendo a su país hacia la modernidad, buscando la meta de lograr la Felicidad Nacional Bruta más alta para su país, más que el convencional Producto Nacional Bruto.
En una encuesta realizada en el año 2005, el 45% de los butaneses aseguraba que era muy feliz, y sólo el 3% dijo no ser feliz, en comparación con Estados Unidos donde sólo el 30% dicen ser muy felices, y el 12% que asegura no serlo. Se estima que el nivel medio de satisfacción de los habitantes Bután está en un 10% por encima del resto de los países en todo el mundo.

Buthán, uno de los países más aislados del mundo, con uno de los ecosistemas más intactos del mundo; entrar al país es muy difícil, debido a un estricto control que restringe el turismo a viajes organizados a ciertas regiones, para mantener intacta la cultura local; tiene dos capitales, la de verano Thimbu, la ciudad más importante en donde está el Palacio Real de la reina madre y Punakha, la de invierno en donde se encuentra el Palacio Real. Para su organización político-administrativa se divide en 20 dzongkhag (distritos); tiene como idioma oficial el dzongha, aunque no es difícil hacerse entender en inglés; su moneda es la Ngultrum, dividido en 100 chetrum, que tiene el mismo valor que la rupia india; tiene un dragón como escudo en su bandera y practica como deporte nacional el tiro con arco.

En Buthán, la religión del estado es el buddhismo vajrayana, que esta presente, sobretodo en el estilo de vida de sus habitantes; es uno de los pocos países del mundo que aún no reconocen el sufragio femenino. El analfabetismo llega al 48%, la televisión llegó a Bután, apenas en 1999 y posteriormente el Internet, con lo que otras formas de vida están entrando con fuerza. En diciembre de 2006, el rey Jigme Singye Wangchuck dejó el trono a su hijo Jigme Khesar Namgyal Wangchuck, que cursó estudios en occidente, con lo que se inicia la transición a la democracia y se celebran elecciones de la cámara baja.

Antes de abdicar a favor del quinto dragón, Jigme Singye Wangchuck en 2004, por decreto real, prohibió la venta de tabaco, por lo que fumar en cualquier lugar público es ilegal, convirtiendo a Buthán en el primer país “smoke free”, por ser un país sin fumadores y un ejemplo a seguir en el combate de la mayor epidemia mundial que enfrenta la humanidad, sobre todo en los siglos XX y XXI: El tabaquismo-intoxicación crónica por inhalar y exhalar los humos producidos al quemar el tabaco.

La historia del tabaquismo comienza con una planta originaria de América, el tabaco-Nicotiana tabacum- conocido y consumido desde hace años en el área del Caribe y cultivado previamente en la zona andina de Perú y Ecuador; después de la conquista de América, es exportado por los españoles a Europa y posteriormente, de ahí, al resto del mundo, hasta convertirse en la plaga más mortífera de la historia de la humanidad, calculando que mata a 5 millones de personas y cuesta a la economía mundial, mas de 200 mil millones de dólares cada año.

Se estima actualmente en mil millones el número de fumadores, es decir alrededor de un tercio de la población de 15 años o mayores, sobre este total, 800 millones habitan en los países en desarrollo. El consumo del tabaco es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo, siendo relacionado directamente con la aparición de 29 enfermedades, de las cuales 10, son diferentes tipos de cáncer; el tabaco es el único producto de consumo legal que mata cuando se utiliza exactamente de la forma prevista por el fabricante, porque produce una adicción crónica, con posibilidades de tratamiento, que produce dependencia física a un alcaloide del tabaco, la nicotina; además por el efecto nocivo del monóxido de carbono y de los alquitranes que contiene (benzopirenos y nitrosaminas). El tabaquismo es reconocido desde hace varios años como un problema de salud pública, sin embargo, pese a las estadísticas y a numerosos avisos sobre los peligros de fumar, millones de adultos y adolescentes siguen fumando.

Lo mas grave es que los problemas de salud no se limitan a los fumadores activos, que consumen directamente el tabaco por voluntad propia; también daña a los “fumadores pasivos”, que son aquellas personas que no fuman, pero están en contacto constante y aspiran involuntariamente el humo de tabaco ambiental generado por otras personas, conocido como “humo de segunda mano”, que no discrimina a nadie en sus atroces consecuencias. El humo secundario es una mezcla de humo residual que proviene del tabaco en combustión y del humo exhalado por el fumador, que contiene unas 4000 sustancias químicas, de las cuales 43 son cancerígenas, en particular el benzopireno y otros hidrocarburos aromáticos polinucleares, información que respalda el imperativo de proteger a los no fumadores, particularmente con medidas preventivas eficaces.

La norma que protege la salud de la población en general y que respeta a los no fumadores en particular, es la promoción de “espacios 100% libres de humo de tabaco”, que es la fórmula más contundente de reducir el uso de tabaco, disminuyendo los efectos del humo ambiental del tabaco, beneficiando también a los fumadores al exponerlos a menor cantidad de humo de tabaco. La estrategia consiste en adoptar e implementar medidas eficaces mediante la formulación de políticas públicas y la promulgación de medidas legislativas, para regular la producción, distribución y consumo del tabaco, aumentando impuestos a las cajetillas, restringiendo la publicidad de los cigarrillos en los eventos deportivos y prohibiendo fumar en los centros de trabajo y en otros espacios públicos para proveer protección contra la exposición ambiental al humo de cigarrillo.

En el mundo el primero en ser certificado como “smoke free”-100% libre de humo de tabaco- fue Buthán, correspondiendo a Uruguay el primer lugar en América. Otros lugares que han logrado ser acreditados son Irlanda, Noruega, Nueva York, Victoria, El Paso, Arizona, Ottawa y California, entre otras muchas. ¡Pero el primero de todos: Buthán!

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