martes, 16 de diciembre de 2008

SUCESOS DE OTROS LARES 16 NONI DE TAHITÍ: Antioxidante de moda

Imagen: traderscity.com
Louis Antoine de Bougainville, explorador francés, en 1768 dio fama a Tahití en Europa, cuando publicó la bitácora de su viaje de circunvalación-Voyage autour du Monde-describiendo la isla como un paraíso terrenal donde los hombres y las mujeres vivían felizmente en inocencia, alejados de la corrupción de la civilización; en tanto que el famoso pintor Paul Gauguin, que vivió en ese paradisíaco lugar en 1890, al plasmar la naturaleza relajada de los habitantes en medio de idílicos paisajes, impresionó enormemente al mundo, reforzando la romantización de la imagen de Tahití, que prevalece hasta nuestros días.

El antiguo Otaheite, inicia su población entre los siglos IV y IX con la llegada de polinesios provenientes de Tonga y Samoa, siendo visitado en 1774 por el Capitán James Cook, tras su visita varios barcos europeos atracaron frecuentemente en la isla. El más conocido de ellos fue el HMS Bounty, cuya tripulación se amotinó brevemente después de abandonar Tahití en 1789, historia que se difundió en el libro de Richard Hough y en las películas posteriores “Motín a Bordo”, basadas en ese libro, en las que el barco de su majestad británica, tenía el encargo de navegar a Tahití para recoger plantas jóvenes del árbol del pan, y transportarlas a las islas del Caribe, donde serán multiplicadas para producir un alimento barato destinado a los esclavos; también pudo haber embarcado Noni, planta sumamente apreciada en la isla.

Tahití es la isla más grande de la Polinesia Francesa, un territorio de ultramar localizado en las Islas de la Sociedad, al sur del Océano Pacífico. Con sus 1045 Km2, tiene casi doscientos mil habitantes, un 80% de ellos en la capital Papeete, los cuales son ciudadanos franceses de pleno derecho que hablan indistintamente el francés y el idioma tahitiano, dedicándose al cultivo de perlas negras y al turismo, que es la actividad más importante. Componente muy importante de todo jardín polinesio, es el Noni, considerada una de las plantas más bellas de las islas, que ha adquirido fama, como planta medicinal supuestamente antioxidante, por contener en abundancia pro-xeroxina.

Un antioxidante es una molécula capaz de retardar o prevenir la oxidación de otras moléculas, al quitar los intermedios del radical libre, oxidándose ellos mismos. A menudo son agentes reductores como los tioles o polifenoles; se encuentran contenidos en los alimentos, como el ajo, arroz integral, café, coliflor, brócoli, jengibre, perejil, cebolla, cítricos, semolina, tomates, aceite de semilla de la vid, té, romero, entre otras muchas sustancias. También son parte constituyente de la lecha materna. Aunque las reacciones son cruciales para la vida, también pueden ser perjudiciales, por lo tanto las plantas y los animales mantienen complejos sistemas de antioxidantes, tales como glutatión, vitamina C y vitamina E-ocho tocoferoles-, así como enzimas como la catalasa, superóxido dismutasa y varias peroxidasas. Otros antioxidantes son el acido lipoico, el ácido úrico, los carotenoides, la melatonina y el ubiquinol o coenzima Q.

Los antioxidantes son ampliamente utilizados como ingredientes en suplementos dietéticos con la esperanza de mantener la salud y de prevenir enfermedades como el cáncer y la cardiopatía isquémica. Aunque algunos estudios han sugerido que los suplementos antioxidantes tienen beneficio para la salud, otros grandes ensayos clínicos no detectaron ninguna ventaja.

El Noni (Morinda Citrifolia Linn), nombre dado por los hawaianos y el más popularizado, dependiendo del país puede recibir otros nombres, como por ejemplo: Nono y nonu-árbol que quita el dolor-en Tahití y Rarotonga; mengkudum y bangkoro en Malasia e Indonesia y Filipinas; Cheesy tree en Australia; gardenia hedionda, noni mora o huevo de reuma en Puerto Rico; fruta del diablo en Perú; nigua o piña del puerto en República Dominicana; Indian mulberry en las islas caribeñas de habla inglesa; douleur fromagier en Haití; rhubarbe caribe en Guadalupe; manzana de los cerdos en Islas Caimán y mora de la India en Cuba.

La planta del Noni es originaria del sudeste asiático, específicamente en la India de donde se propagó hace 2000 años a Oceanía, predominantemente a la Polinesia, en donde el fruto fue considerado por los antiguos pueblos como sagrado por su valor energético y medicinal, por eso los indígenas lo llevaban consigo en sus viajes, introduciéndolo intencionalmente en varias islas, incluyendo Australia. Después de cientos de años los pobladores lo siguen utilizando atribuyéndole propiedades benéficas para la salud.
Esta fruta se encuentra entre el Trópico de Cáncer y el de Capricornio del continente asiático, islas de las Antillas y América Central. El conocimiento de cómo usar los medicamentos herbarios se recogía en las historias y canciones de ciertas familias, y era transferido de generación en generación usualmente de madre a hija.

Los exploradores y navegantes ingleses y holandeses del siglo XVII y XVIII tuvieron la virtud de contactar con las civilizaciones del Pacífico y conocer de las propiedades de la Morinda citrifolia L., posteriormente los ingleses en el siglo XVIII la introducen en el Continente Americano en el archipiélago de San Andrés y Providencia hoy departamento insular de Colombia gracias a estas plantaciones y a los fenómenos climatológicos como tormentas ciclones y huracanes, la presencia de corrientes marinas en la zona y la flotabilidad de las semillas propiciaron condiciones para que este cultivo se propagara por toda la cuenca del Caribe incluyendo la zona costera atlántica del Centro y norte de Sur América. Hoy crecen plantaciones casuísticas en la zona del océano del Atlántico de forma silvestres en las costas de: Cuba y sus cayos adyacentes, Puerto Rico e islas Vírgenes, Santo Domingo, Jamaica, Haití, St. Kitts, Guadalupe, Martinica, Barbados, Trinidad, Las Guayanas y la parte Atlántica de Panamá, Colombia, Belice, Guatemala, Nicaragua, Honduras Venezuela y en México en ambas costas.

Es un arbusto o árbol pequeño, de no más de 7 metros de altura, de la familia de las rubiáceas, perennifolio, de fuste recto y largo, recubierto de corteza verde brillante; las hojas son elípticas, grandes, simples, brillantes, con venas bien marcadas. Florece a lo largo de todo el año, dando lugar a pequeñas flores blancas, de forma tubular; estas producen frutos múltiples, de forma ovoide, con una superficie irregular de color amarillento o blanquecino; cuando madura es de aproximadamente el mismo tamaño que una papa, y tiene un color amarillo que se transforma en blanco al madurar. Tiene un sabor amargo, no huele muy bien, pues posee un olor penetrante y desagradable a queso rancio. Contiene muchas semillas, dotadas de un saco aéreo que favorece su distribución por flotación.

De la planta todo se utiliza, casi todas las culturas usaron las raíces del noni como tinte natural, de color amarillo, para la ropa y otros artículos; del pericarpio (corteza) obtenían un colorante rojo púrpura y otro café verdoso; de las semillas (endosperma) se consumían como ensalada y en algunos platos típicos, además como remedio casero. Las hojas se utilizan como forraje y en cataplasmas; la madera, de mala combustión, se emplea en la elaboración de platos y vasijas; la esencia de las flores y principalmente el fruto, se ha comido en situaciones de hambruna, pero sobre todo para diversos propósitos medicinales. Los sanadores tradicionales emplearon la planta íntegra en medicina tradicional y popular como una “panacea polinesia”.

El Noni, considerado una “fruta milagrosa” se ha puesto de moda en todo el mundo, sobrevalorando, sin base científica, sus atributos como planta medicinal, porque como producto natural y suplemento dietético empíricamente ha ayudado a combatir algunas enfermedades. Los supuestos beneficios para la salud, fueron preconizados por los Kaunas-curanderos polinesios-, que practicaban el Huna (arte polinesio de curación natural) utilizando el fruto del noni como ingrediente principal de todas las preparaciones medicinales, con cierta eficacia, según puede apreciarse en la amplia aceptación cultural de esa comunidad. Durante siglos ha servido como complemento alimenticio, hidratante de la piel, suplemento nutritivo, shampoo y algunas veces como limpiador.

Al Noni de Tahití considerado como la fuente del más potente y de mejor calidad en el mundo, se le atribuyen muchos beneficios para la salud como “curalotodo”; se piensa que estos efectos son logrados por la sinergia de sus componentes. Estudios científicos le atribuyen 101 efectos benéficos sobre el cuerpo humano, por lo que ha revolucionado el desarrollo de los productos naturales en su aplicación nutritiva y terapéutica. Ofrece una mayor calidad de vida, ya que sus extractos aportan elementos con propiedades estabilizadoras del pH, energéticas, inmunoestimulantes, antihipertensivas, antinflamatorias, antipiréticas, antihistamínicas, antibacterianas y analgésicas. Incluso se han atrevido ha proponerla como antidiabética y anticancerosa.

El Dr. Ralph Heinicken, investigador de Hawai, postuló en 1985, cuando examinaba la bromelina de la piña, un alcaloide hipotético, la xeronina; que según él, el cuerpo humano necesita para el funcionamiento normal de todas las células humanas, misma que disminuye con el estrés, la inactividad y la mala nutrición, por lo que se requiere pro-Xeroxina, misma que se encuentra en abundancia en el fruto del Noni, recomendando su ingestión en forma de fruto, polvo o jugo. Sin embargo, no hay nada realmente probado científicamente sobre sus efectos, ni publicación científica de la existencia y estructura química de la xeronina. Los productos del Noni no son medicamentos, sino suplementos alimentarios, reconstituyentes o regeneradores a nivel celular que unidos a otros medicamentos cooperan en la mejoría o cura de algunos padecimientos.

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