Imagen: Snaner de una tarjeta postal de los 80
Transitando por la ruta 3, a 80 kilómetros al norte de la ciudad de Salto, llegamos por fin a nuestro destino, el complejo turístico Termas del Arapey, a la orilla del río del mismo nombre, que es uno de los muchos afluentes del Río Uruguay, un lugar realmente bello que justificó tan larga travesía. Disfrutamos de varias termas, una de ellas bajo techo, con temperatura promedio del agua de 39 grados centígrados. Antes de sumergirnos, unas enfermeras nos hicieron la toma de la tensión arterial. Nos alojamos en el Motel de la Intendencia de Salto, admiramos con emoción el cielo estrellado, muy particularmente la pléyade de cuatro estrellas, Cruz del Sur y consumimos un bocadillo muy uruguayo, los chivitos, una especie de torta mexicana, pero con un pan más chico y sin chile.
Las Termas del Arapey, de tranquilidad excepcional, en un paisaje campestre, con sus ríos y montes nativos tienen varias piscinas en un moderno hotel de 52 habitaciones climatizadas, que entre jardines y fuentes, armonizan un escenario de confort, que invita al descanso, a la pausa saludable y a disfrutar de la belleza del lugar. Los jardines acuáticos de Termas del Arapey constituyen por si solos un espectáculo que conjunta la naturaleza y la creación artística del hombre. Policromos macizos vegetales junto a remansos cristalinos donde se oye el murmullo del agua entre las piedras y senderos, rodeando una fuente o pasando por debajo de puentes que parecen salidos de la fantasía de un libro.
Sus aguas, que contienen Yodo, hierro, calcio, magnesio y fluor, reúnen las condiciones ideales para su aplicación en crenoterapia-cura con aguas minero-medicinales-; considerándolas útiles, tanto en su ingestión oral, por su gran calidad como agua de mesa, sedante estomacal y diurético con acción cicatrizante y antiséptica in situ, como en balneoterapia, indicada en baños estimulantes y desensibilizantes en acciones sedativas y estimulantes, curando afecciones de la piel, cicatrizando heridas y es eficaz en grado sumo en reumatismo en general.
Las Termas del Arapey son las más antiguas y con la infraestructura turística más importante y profesional de la región, sus complejos con piscinas cerradas y al aire libre, rodeadas por frondosa vegetación y grande jardines de inigualable belleza, constituyen un atractivo turístico durante los doce meses del año. Visite Uruguay.
Hace casi veinte años, exactamente el 18 de julio de 1987-día de fiesta nacional porque en 1830 se juró la Constitución-estaba de Misión de trabajo en la ciudad capital continental más al sur del mundo: Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, considerado el país más plenamente democrático de América del Sur y el que tiene el nivel más alto de alfabetización, así como el menor índice de percepción de la corrupción de Latinoamérica. Uruguay, con una superficie territorial de 176215 Km2, administrativamente está dividido en 19 departamentos y tiene una población estimada de tres millones y medio de habitantes.
Por cortesía del Ministro de Salud, quien puso un automóvil BMW, con chofer a nuestra disposición, tuve la gran oportunidad de conocer una buena parte del país siguiendo la ruta 1, siempre hacia el norte, al cruzar el Río Santa Rita, llegamos al departamento de San José, que recorrimos en toda su longitud, no deteniéndonos hasta Trinidad capital del departamento de Flores, en donde desayunamos, en una mañana soleada, pero con viento muy frío, pues estábamos en pleno invierno austral.
A partir de Arroyo Grande-un lago artificial- incursionamos en el departamento de Soriano, de donde era oriundo nuestro conductor, en donde hicimos una breve estancia en un parador, para disfrutar un café largo. En el camino apreciamos bellas fincas y abundancia de ganado. Inmediatamente encontramos el Río Negro con el que se inicia el departamento del mismo nombre, prosiguiendo hasta el departamento de Paysandú, observando grandes estancias-haciendas-en donde es común ver unas aves grandes, los ñandúes, las cuales se consideran benéficas para la ganadería, pues deambulan libremente comiendo unos “yuyos venenosos”-hierbas-para las vacas, el mio mio.
Proseguimos nuestro viaje, llamándome la atención, que en casi todos los postes de la luz, podíamos ver una estructura oval, hueca, parecida a un horno de pan, se trataba de los nidos del pájaro hornero. Esta es la zona de los grandes ríos, Quequay, Guaviyú y Daymán, éstos dos últimos con sus respectivos complejos termales y el último además, limítrofe entre Paysandú y el departamento de Salto, que se encuentra a 500 kilómetros del puerto de Montevideo en el Río de la Plata. Llegamos al departamento más famoso por su riqueza natural, Salto, que con sus 124 000 habitantes, en una extensión territorial de 14163 Km2, está situado sobre el litoral noroccidental, destacando la presencia de la central hidroeléctrica de la Represa de Salto Grande; debiendo su nombre a los diversos y atractivos saltos del agua que emanan del Río Uruguay, uno de los afluentes del Río de la Plata.
Pasamos por la ciudad de Salto, homónima del departamento, que es la segunda ciudad en importancia del país, después de la capital Montevideo y antes de Las Piedras, Punta del Este, Ciudad de la Costa, Paysandú y Fray Bentos; la cual concentra la mayor parte de la población del departamento, pues tiene un poco más de cien mil habitantes. La antigua Salto Oriental, está ubicada sobre la margen del Río Uruguay, frente a la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos, Argentina a la que está unida por el Puente Internacional de Salto Grande. La ciudad está rodeada de un cinturón de quintas de naranjos, que perfuma el ambiente salteño y ha dado lugar a que se le nombre “la capital citrícola del país”. Uruguay tiene distintos destinos turísticos entre los que se destacan Punta del Este, Piriápolis, Colonia del Sacramento, Lavalleja, Rocha y Salto en cuya zona de influencia se encuentran importantes centros termales, tanto estatales como privados, que han determinado un desarrollo fuerte del turismo.
Por cortesía del Ministro de Salud, quien puso un automóvil BMW, con chofer a nuestra disposición, tuve la gran oportunidad de conocer una buena parte del país siguiendo la ruta 1, siempre hacia el norte, al cruzar el Río Santa Rita, llegamos al departamento de San José, que recorrimos en toda su longitud, no deteniéndonos hasta Trinidad capital del departamento de Flores, en donde desayunamos, en una mañana soleada, pero con viento muy frío, pues estábamos en pleno invierno austral.
A partir de Arroyo Grande-un lago artificial- incursionamos en el departamento de Soriano, de donde era oriundo nuestro conductor, en donde hicimos una breve estancia en un parador, para disfrutar un café largo. En el camino apreciamos bellas fincas y abundancia de ganado. Inmediatamente encontramos el Río Negro con el que se inicia el departamento del mismo nombre, prosiguiendo hasta el departamento de Paysandú, observando grandes estancias-haciendas-en donde es común ver unas aves grandes, los ñandúes, las cuales se consideran benéficas para la ganadería, pues deambulan libremente comiendo unos “yuyos venenosos”-hierbas-para las vacas, el mio mio.
Proseguimos nuestro viaje, llamándome la atención, que en casi todos los postes de la luz, podíamos ver una estructura oval, hueca, parecida a un horno de pan, se trataba de los nidos del pájaro hornero. Esta es la zona de los grandes ríos, Quequay, Guaviyú y Daymán, éstos dos últimos con sus respectivos complejos termales y el último además, limítrofe entre Paysandú y el departamento de Salto, que se encuentra a 500 kilómetros del puerto de Montevideo en el Río de la Plata. Llegamos al departamento más famoso por su riqueza natural, Salto, que con sus 124 000 habitantes, en una extensión territorial de 14163 Km2, está situado sobre el litoral noroccidental, destacando la presencia de la central hidroeléctrica de la Represa de Salto Grande; debiendo su nombre a los diversos y atractivos saltos del agua que emanan del Río Uruguay, uno de los afluentes del Río de la Plata.
Pasamos por la ciudad de Salto, homónima del departamento, que es la segunda ciudad en importancia del país, después de la capital Montevideo y antes de Las Piedras, Punta del Este, Ciudad de la Costa, Paysandú y Fray Bentos; la cual concentra la mayor parte de la población del departamento, pues tiene un poco más de cien mil habitantes. La antigua Salto Oriental, está ubicada sobre la margen del Río Uruguay, frente a la ciudad de Concordia, Provincia de Entre Ríos, Argentina a la que está unida por el Puente Internacional de Salto Grande. La ciudad está rodeada de un cinturón de quintas de naranjos, que perfuma el ambiente salteño y ha dado lugar a que se le nombre “la capital citrícola del país”. Uruguay tiene distintos destinos turísticos entre los que se destacan Punta del Este, Piriápolis, Colonia del Sacramento, Lavalleja, Rocha y Salto en cuya zona de influencia se encuentran importantes centros termales, tanto estatales como privados, que han determinado un desarrollo fuerte del turismo.
Transitando por la ruta 3, a 80 kilómetros al norte de la ciudad de Salto, llegamos por fin a nuestro destino, el complejo turístico Termas del Arapey, a la orilla del río del mismo nombre, que es uno de los muchos afluentes del Río Uruguay, un lugar realmente bello que justificó tan larga travesía. Disfrutamos de varias termas, una de ellas bajo techo, con temperatura promedio del agua de 39 grados centígrados. Antes de sumergirnos, unas enfermeras nos hicieron la toma de la tensión arterial. Nos alojamos en el Motel de la Intendencia de Salto, admiramos con emoción el cielo estrellado, muy particularmente la pléyade de cuatro estrellas, Cruz del Sur y consumimos un bocadillo muy uruguayo, los chivitos, una especie de torta mexicana, pero con un pan más chico y sin chile.
Las Termas del Arapey, de tranquilidad excepcional, en un paisaje campestre, con sus ríos y montes nativos tienen varias piscinas en un moderno hotel de 52 habitaciones climatizadas, que entre jardines y fuentes, armonizan un escenario de confort, que invita al descanso, a la pausa saludable y a disfrutar de la belleza del lugar. Los jardines acuáticos de Termas del Arapey constituyen por si solos un espectáculo que conjunta la naturaleza y la creación artística del hombre. Policromos macizos vegetales junto a remansos cristalinos donde se oye el murmullo del agua entre las piedras y senderos, rodeando una fuente o pasando por debajo de puentes que parecen salidos de la fantasía de un libro.
Sus aguas, que contienen Yodo, hierro, calcio, magnesio y fluor, reúnen las condiciones ideales para su aplicación en crenoterapia-cura con aguas minero-medicinales-; considerándolas útiles, tanto en su ingestión oral, por su gran calidad como agua de mesa, sedante estomacal y diurético con acción cicatrizante y antiséptica in situ, como en balneoterapia, indicada en baños estimulantes y desensibilizantes en acciones sedativas y estimulantes, curando afecciones de la piel, cicatrizando heridas y es eficaz en grado sumo en reumatismo en general.
Las Termas del Arapey son las más antiguas y con la infraestructura turística más importante y profesional de la región, sus complejos con piscinas cerradas y al aire libre, rodeadas por frondosa vegetación y grande jardines de inigualable belleza, constituyen un atractivo turístico durante los doce meses del año. Visite Uruguay.
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