viernes, 13 de marzo de 2009

Sucesos de Otros Lares 37 BRUNO TORFS: Genial Escultor Paraguayo-de origen sueco- valerosamente enfrenta el infortunio en Australia

Imagen: Collage de www.torfsart.com




Imagen: The Daili Telegraph


Todas las biografías disponibles en Internet dicen escuetamente que Bruno Torfs nació en Sudamérica, pero precisemos, nació en 1956 el seno de una familia de ascendencia sueca afincada en Paraguay, país en el que vivió hasta la edad de 15 años, cuando su familia regresa Europa, en donde Bruno se forma como escritor incursionando primero en las letras, pero su pasión por el arte manual le hizo evolucionar hasta llegar a ser pintor y luego un talentoso escultor.

Inicia una vida aventurera que le lleva a realizar viajes alrededor del mundo, experiencia de la que surgen primero óleos, que lo ubican como un buen pintor y después esculturas en madera y terracota que lo proyectan a un fuera de serie de reconocimiento mundial.

Después de 24 años de periplo, conoce un pequeño poblado de clima y vegetación de selva tropical en el estado de Victoria, al sudeste de Australia, ubicado 70 kilómetros al noreste de la ciudad de Melbourne: Marysville; aldea fundada en 1863 por un sueco John Steavensen-que puso el nombre a la Villa en honor a su esposa Mary-. Marysville a finales del siglo XX ya se había convertido en un sitio vacacional por sus hermosas montañas de tipo subalpino, sus lagos y por la principal atracción natural, las cascadas de Steavensen, las más altas de Victoria.

Bruno, su esposa Marleen y su hija Iris, entonces de 14 años, quedan tan gratamente impresionados del paisaje de Marysville, que acuerdan comprar una propiedad e instalarse ahí con sus seres queridos en forma definitiva, lo que han hecho, residiendo en el país-continente desde hace más de 13 años, en donde Torf encontró el sitio ideal para dar vida a sus increíbles creaciones artísticas. En solo cinco meses de arduo trabajo el proyecto jardín-museo de Torf cobro vida con el nombre de Bruno’s Art & Sculpture Garden, localizado en 51 Falls Road, Marysville VIC 3779, Australia, con un precio de entrada al jardín y a la galería privada de cinco dólares.

Este jardín místico, habitado por criaturas maravillosas y mágicas, atrajo a miles de turistas año a año, que llegaron de todo el mundo para admirar las hermosas esculturas de madera y terracota que combinaban perfectamente con la belleza natural del gigantesco parque, convirtiéndose el singular jardín en una atracción permanente.

Este particular artista comenzó en 1995 exponiendo apenas 15 obras, que en solo una década sumaron más de 280 obras entre pinturas, bocetos y esculturas en terracota, que ocultas entre la exuberante flora tropical ha dejado atónitos a los visitantes, que disfrutan con estas originales joyas artísticas. Bruno Torf nos ha regalado una dosis inconmensurable de alegría e inspiración con su incansable trabajo.

Todo iba muy bien, pero infortunadamente el 7 de febrero de 2009, la fuerza destructora de la naturaleza arrasó parcialmente el singular jardín, diezmando la obra del escultor, que se consumió ante el paso arrollador del peor incendio forestal que se tenga memoria en Australia, cobrando la vida de muchos vecinos de Marysville-uno de cada cinco de sus 519habitantes-; además de los muertos oficiales, los incendios destruyeron 1800 casas, arrasaron 455000 hectáreas de terreno y causaron 7000 personas desplazadas, según reporte del diario más importante de Sydney, Nueva Gales de Sur: The Daily Telegraph. El siniestro destruyó un suculento pedazo del paraíso australiano-mas del 80%-considerado como una meca del turismo, destrozando el corazón de la ciudad y de la gente, dejando una estela de devastación que observaba Torf con asombro al rescatar un puñado de preciosas piezas, cuando huía por la puerta de atrás de la galería.

Bruno y su familia-su esposa y sus dos hijas Iris y Klaartje-fueron extremadamente afortunados y sobrevivieron al “infierno de Marysville”, refugiándose en Melbourne, pero el artista se vió obligado a cerrar temporalmente su espectacular parque temático. En el incendio se perdieron libros y DVDs sobre el Bruno’s Art & Sculpture Garden; la galería de arte fue completamente destruida por las llamas, y solo pudieron salvarse un puñado de pinturas gracias a la decidida intervención de Bruno Torf que actualmente reside en un refugio y recibe apoyo del gobierno del estado australiano de Victoria. Los incendios en la región norte de Melbourne, de más de dos semanas de duración, causaron millonarias pérdidas materiales; la policía aún no cuantifica los daños ocasionados por el fuego en las esculturas de Torf, pues ese espacio cultural fue afectado parcialmente por las llamas.

En el corto tiempo que ha transcurrido desde la catástrofe Bruno ha recibido un apoyo abrumador de su familia, los amigos, conocidos y hasta de desconocidos de todo el globo, lo que le ha infundido una fe inquebrantable en la bondad de la humanidad que le ayudará a resurgir de las cenizas. A pesar de su gran optimismo y espíritu emprendedor, Bruno sabe que tendrá muchos días difíciles en su futuro. El solo pide que no lo olviden y que cada persona interesada en su progreso, como regalo debe mantenerse atenta a su evolución, que estará informando periódicamente en su sitio web: www.brunosart.com

La reconstrucción incluye la restauración de esculturas y la reposición de libros y nuevas ediciones de DVD que espera tener disponibles muy pronto y ya pueden ser preordenadas. Bruno muestra su confianza en si mismo cuando expresa su visión: “Queremos restaurar el jardín lo más rápido posible. Si podemos traer gente de vuelta pronto a Marysville, esto traerá una muy necesaria esperanza a la comunidad. Va a ser un tiempo difícil, pero todo el mundo en la ciudad con la que he hablado tiene gran optimismo a pesar que perdió mucho. Vamos a recuperarnos”, según reporta en su sitio web Andrew Kade, que es yerno de Torfs.

Unos 4000 bomberos-incluso llegaron desde Nueva Zelanda-, además de voluntarios combatieron las llamas con el apoyo de camiones, aviones cisterna y maquinaria pesada, aclarando que un buen lote de las casi 500 obras que Bruno Torf ha hecho y estaban expuestas ahí, están a salvo o son susceptibles de ser restauradas. Un reporte del 25 de febrero de 2009-la semana pasada-informa sobre el abatimiento del estado de ánimo de los habitantes de Marysville, que simultáneamente experimentaban desesperación, trauma, miedo, dolor; pero también esperanza, emoción, alivio y amor. El sueño que se convirtió en pesadilla ha obligado a Torf a hacer una sincera y honesta admisión, necesita ayuda, porque no obstante que tiene seguro sobre la casa y la galería, la cuantía no es suficiente para cubrir el costo total que se requiere para resucitar el jardín; cualquier clase de ayuda es bienvenida y será un gran paso hacia la restauración de lo que fue la principal atracción turística del poblado, proponiendo tres maneras de hacerlo: Pre-ordenar una copia de la edición especial del Phoenix coffee table book, en donde Bruno cuenta las desgarradoras secuelas del incendio, acompañándola de imágenes; comprar una copia de una edición de DVD con un documental galardonado que lleva a un viaje a un mundo mágico lleno de fantasía y humor, con imágenes de los jardines y obras de arte, anteriores al incendio, así como una entrevista con Bruno y su familia ; o bien donaciones en la inteligencia que cualquier cantidad será muy apreciada y utilizada con la mayor diligencia en la reconstrucción. Para contactar, favor de enviar mail a: info@brunosart.com; llamar al 03 9770 1409 o 0419 425 012. Para información de la evolución del proceso visitar la página de la reconstrucción-rebuilding page-o solicitar el boletín de renacimiento-rebirth newsletter-. Torf no detiene su atención en lo que perdió, su preocupación se centra en el nuevo comienzo, expresando “Este es un hermoso lugar, queremos traer de vuela al pueblo el río y el verdor del bosque”.












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