Imagen: Estatua en Yuengyang, Hunan
Kong Qiu-su nombre original- nace el año 551 a.C., en el seno de una familia noble arruinada, en el pequeño pueblo de Qufu, en el antiguo país de Lu, en el sudeste de la actual Provincia costera de Shandong en el nordeste chino, bajo el río Amarillo.
Hijo del comandante de un distrito en Lu que falleció cuando Kong Qiu tenía tres años, dejando a la familia en la pobreza, no obstante recibió una esmerada educación; desde joven mostró gran inclinación por los libros antiguos. Se casó a los 19 años y tuvo un hijo y dos hijas; debido a su precaria condición económica tuvo que trabajar como criado del jefe de distrito donde residía, empezando una carrera itinerante de maestro que veneraba las ideas y costumbres tradicionales, instruyendo discípulos que se reunían en torno suyo, logrando un merecido prestigio como hombre de profundo saber y de gran carácter, cuya fama se propagó por el principado de Lu, ganando el nombre de Kong Fūzi-Venerado Maestro Kong-, que los misioneros jesuitas del siglo XVIII latinizaron a Confutius, Confucios, hasta llegar a Confucio, nombre con el que conocemos actualmente la variante de Kung Fu Tse.
Este hombre sensato compendiaba su sabiduría en cinco virtudes: Tolerancia, Bondad, Benevolencia, Amor al prójimo y Respeto a los mayores y antepasados; basando su doctrina en recuperar a los antiguos sabios de la cultura china e influir en las costumbres del pueblo. Esta era la síntesis del Confucianismo, como una orientación ética y no una religión, pues apenas hay mención a la divinidad. El centro de sus preocupaciones fue la moral personal, tanto por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. Su objetivo no es la "salvación", sino la sabiduría y el auto-conocimiento.
Siendo aún joven, trabajó para la administración del estado de Lu. Su primer trabajo fue en los graneros estatales; desde los treinta y hasta los cincuenta años de edad, se dedicó al estudio y a la enseñanza. A los cincuenta años fue magistrado y, luego encargado de obras públicas. Más tarde fue designado Ministro de Justicia y finalmente, en el 496 a.C. primer ministro del monarca. En esa situación demostró ser un hábil administrador y restableció el orden político y la igualdad social. Estableció numerosas reformas que condujeron a una justicia administrada con imparcialidad y a la práctica erradicación del crimen. Confucio entendió que no puede haber paz y justicia si no hay un buen gobierno, pero el buen gobierno solo es posible cuando hay buenos líderes.
Dejó el trabajo en la Corte para fundar una Secta Filosófica y enseñar a su pueblo los clásicos antiguos de la literatura china; viajando por diferentes territorios impartiendo clases. El maestro K’ung fue el primero que reunió a un grupo de discípulos provenientes de distintos principados para formarlos adecuadamente en el buen gobierno.
La esencia de sus enseñanzas son la buena conducta en la vida, el buen gobierno del estado, el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación. Su obra fue el origen del Confucianismo; instauró una moral social basada en la amistad (yen); la equidad (yi) y el respeto por los ritos culturales (li). Su mayor preocupación era prevalecer el orden en el estado y formar hombres que vivieran conforme a la virtud. Confucio creía en un poder invisible y eterno-el cielo-; su doctrina moral preceptúa la veneración de los antepasados, el ejercicio de las virtudes, el perdón de las ofensas recibidas y la observación de los usos y costumbres establecidos.
Luego de abandonar su tierra y el poder por catorce años, volvió a la patria; a los sesenta y siete años-en el 484 aC-comenzó su período más fecundo como compilador de textos y como filólogo, dejando una recopilación de documentos históricos denominada Shu Ching. Con sus numerosos discípulos recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china: El célebre Yi-King o Libro de las Mutaciones, el Chu King o Canon de la Historia, el Chi-King o Libro de las Canciones, el Li-Ki o Libro de los Ritos y los Chun-Ching o Anales de primavera y otoño.
El sabio murió a los setenta y dos años en Lu en 479 a.C., siendo enterrado en Qufu-Shandong-; en cuya tumba se erigió el templo y cementerio de Confucio, que junto con la residencia de la familia Kong fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994. Después de su muerte fue divinizado, aunque el mismo en vida se consideraba un tzu, es decir un maestro, no un filósofo.
Confucio no llevó a cabo una exposición escrita de sus doctrinas, el único libro que escribió fue el Ch’un Ch’iu, en el que se ocupa, fundamentalmente, de restablecer el respeto por las jerarquías-el superior tiene la obligación de proteger y el subordinado de lealtad y respeto-; sus discípulos compilaron sus enseñanzas en un libro llamado Lun-yi (Discursos y Diálogos) Luen-yu (Los Discursos) donde están consignados los conceptos transmitidos por el maestro. La obra más importante de la enseñanza confuciana no fue escrita por el propio Confucio, sino por sus discípulos y se halla reunida en Los Cuatro Libros Clásicos o Shú. Se trata de la colección de diálogos, frases y sentencias pronunciadas a lo largo de su vida.
El primer libro clásico (Ta-Hio o Gran Ciencia) está dedicado a los conocimientos propios de la madurez; el segundo libro clásico (Chun-Yung o Doctrina del Medio) trata de las reglas de conducta humana; el tercer libro clásico (Lun –Yu o Comentarios filosóficos) resume de forma dialogada lo esencial de la doctrina de Confucio; y el cuarto libro clásico (Meng-Tse) fue compuesto por su seguidor Mencio.
El Lunyu (Analectas) es considerado la fuente de información más fidedigna sobre su vida y enseñanzas, y con el tiempo se convirtió en el modelo de comportamiento oficial y personal para muchos chinos. Las Analectas recogen una serie de charlas que Confucio dio a sus discípulos así como las discusiones que mantuvieron entre ellos, su título original-Lún Yu-significa “discusiones sobre las palabras”. Escritas durante el período de primaveras y otoños, las Analectas son el mayor trabajo del confucianismo, siguen teniendo influencia entre los chinos y en algunos países asiáticos aún hoy en día. Los capítulos están agrupados por temas individuales, sin embargo no siguen ningún orden especial.
Confucio recorrió el denodado camino del éxito pues dejó un impresionante legado; es la persona más recordada de la antigua China; fue respetado durante su vida y tras su muerte; ocupa el primer lugar en la literatura, en la filosofía y en la historia del pensamiento de China, siendo aún parte importante de la educación en ese país en donde es reverenciado por millones de personas casi como una divinidad. Sus Máximas son de uso común en todo el mundo, causando admiración y reconocimiento en todas las culturas.
Recientes cambios en el calendario de feriados públicos en China, que favorecen los festivales tradicionales a expensas de las fechas revolucionarias de la era comunista, decidió al gobierno a reducir a un día laborable el feriado del 1 de mayo y agregar tres fiestas tradicionales de una jornada para que la gente se enorgullezca de los 5000 años de historia y cultura de su país, entre ellas el Festival del Bote del Dragón, que se realiza el quinto día del quinto mes del calendario chino y una ceremonia ritual en homenaje al filósofo chino Confucio, el 28 de septiembre, fecha de nacimiento del gran Maestro.
“Soy como el sándalo que perfuma el hacha que lo hiere”
Pensador, letrado, reformador, filósofo y maestro procedente del clan de los Kong de la China feudal de hace 2500 años, período de la historia conocido como la Edad de los Estados Guerreros, en la que los reyes luchaban entre sí para defender sus numerosos y pequeños reinos.
Kong Qiu-su nombre original- nace el año 551 a.C., en el seno de una familia noble arruinada, en el pequeño pueblo de Qufu, en el antiguo país de Lu, en el sudeste de la actual Provincia costera de Shandong en el nordeste chino, bajo el río Amarillo.
Hijo del comandante de un distrito en Lu que falleció cuando Kong Qiu tenía tres años, dejando a la familia en la pobreza, no obstante recibió una esmerada educación; desde joven mostró gran inclinación por los libros antiguos. Se casó a los 19 años y tuvo un hijo y dos hijas; debido a su precaria condición económica tuvo que trabajar como criado del jefe de distrito donde residía, empezando una carrera itinerante de maestro que veneraba las ideas y costumbres tradicionales, instruyendo discípulos que se reunían en torno suyo, logrando un merecido prestigio como hombre de profundo saber y de gran carácter, cuya fama se propagó por el principado de Lu, ganando el nombre de Kong Fūzi-Venerado Maestro Kong-, que los misioneros jesuitas del siglo XVIII latinizaron a Confutius, Confucios, hasta llegar a Confucio, nombre con el que conocemos actualmente la variante de Kung Fu Tse.
Este hombre sensato compendiaba su sabiduría en cinco virtudes: Tolerancia, Bondad, Benevolencia, Amor al prójimo y Respeto a los mayores y antepasados; basando su doctrina en recuperar a los antiguos sabios de la cultura china e influir en las costumbres del pueblo. Esta era la síntesis del Confucianismo, como una orientación ética y no una religión, pues apenas hay mención a la divinidad. El centro de sus preocupaciones fue la moral personal, tanto por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno, como un sistema de pensamiento orientado hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. Su objetivo no es la "salvación", sino la sabiduría y el auto-conocimiento.
Siendo aún joven, trabajó para la administración del estado de Lu. Su primer trabajo fue en los graneros estatales; desde los treinta y hasta los cincuenta años de edad, se dedicó al estudio y a la enseñanza. A los cincuenta años fue magistrado y, luego encargado de obras públicas. Más tarde fue designado Ministro de Justicia y finalmente, en el 496 a.C. primer ministro del monarca. En esa situación demostró ser un hábil administrador y restableció el orden político y la igualdad social. Estableció numerosas reformas que condujeron a una justicia administrada con imparcialidad y a la práctica erradicación del crimen. Confucio entendió que no puede haber paz y justicia si no hay un buen gobierno, pero el buen gobierno solo es posible cuando hay buenos líderes.
Dejó el trabajo en la Corte para fundar una Secta Filosófica y enseñar a su pueblo los clásicos antiguos de la literatura china; viajando por diferentes territorios impartiendo clases. El maestro K’ung fue el primero que reunió a un grupo de discípulos provenientes de distintos principados para formarlos adecuadamente en el buen gobierno.
La esencia de sus enseñanzas son la buena conducta en la vida, el buen gobierno del estado, el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación. Su obra fue el origen del Confucianismo; instauró una moral social basada en la amistad (yen); la equidad (yi) y el respeto por los ritos culturales (li). Su mayor preocupación era prevalecer el orden en el estado y formar hombres que vivieran conforme a la virtud. Confucio creía en un poder invisible y eterno-el cielo-; su doctrina moral preceptúa la veneración de los antepasados, el ejercicio de las virtudes, el perdón de las ofensas recibidas y la observación de los usos y costumbres establecidos.
Luego de abandonar su tierra y el poder por catorce años, volvió a la patria; a los sesenta y siete años-en el 484 aC-comenzó su período más fecundo como compilador de textos y como filólogo, dejando una recopilación de documentos históricos denominada Shu Ching. Con sus numerosos discípulos recogió y sistematizó los cinco grandes textos de la tradición china: El célebre Yi-King o Libro de las Mutaciones, el Chu King o Canon de la Historia, el Chi-King o Libro de las Canciones, el Li-Ki o Libro de los Ritos y los Chun-Ching o Anales de primavera y otoño.
El sabio murió a los setenta y dos años en Lu en 479 a.C., siendo enterrado en Qufu-Shandong-; en cuya tumba se erigió el templo y cementerio de Confucio, que junto con la residencia de la familia Kong fueron declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994. Después de su muerte fue divinizado, aunque el mismo en vida se consideraba un tzu, es decir un maestro, no un filósofo.
Confucio no llevó a cabo una exposición escrita de sus doctrinas, el único libro que escribió fue el Ch’un Ch’iu, en el que se ocupa, fundamentalmente, de restablecer el respeto por las jerarquías-el superior tiene la obligación de proteger y el subordinado de lealtad y respeto-; sus discípulos compilaron sus enseñanzas en un libro llamado Lun-yi (Discursos y Diálogos) Luen-yu (Los Discursos) donde están consignados los conceptos transmitidos por el maestro. La obra más importante de la enseñanza confuciana no fue escrita por el propio Confucio, sino por sus discípulos y se halla reunida en Los Cuatro Libros Clásicos o Shú. Se trata de la colección de diálogos, frases y sentencias pronunciadas a lo largo de su vida.
El primer libro clásico (Ta-Hio o Gran Ciencia) está dedicado a los conocimientos propios de la madurez; el segundo libro clásico (Chun-Yung o Doctrina del Medio) trata de las reglas de conducta humana; el tercer libro clásico (Lun –Yu o Comentarios filosóficos) resume de forma dialogada lo esencial de la doctrina de Confucio; y el cuarto libro clásico (Meng-Tse) fue compuesto por su seguidor Mencio.
El Lunyu (Analectas) es considerado la fuente de información más fidedigna sobre su vida y enseñanzas, y con el tiempo se convirtió en el modelo de comportamiento oficial y personal para muchos chinos. Las Analectas recogen una serie de charlas que Confucio dio a sus discípulos así como las discusiones que mantuvieron entre ellos, su título original-Lún Yu-significa “discusiones sobre las palabras”. Escritas durante el período de primaveras y otoños, las Analectas son el mayor trabajo del confucianismo, siguen teniendo influencia entre los chinos y en algunos países asiáticos aún hoy en día. Los capítulos están agrupados por temas individuales, sin embargo no siguen ningún orden especial.
Confucio recorrió el denodado camino del éxito pues dejó un impresionante legado; es la persona más recordada de la antigua China; fue respetado durante su vida y tras su muerte; ocupa el primer lugar en la literatura, en la filosofía y en la historia del pensamiento de China, siendo aún parte importante de la educación en ese país en donde es reverenciado por millones de personas casi como una divinidad. Sus Máximas son de uso común en todo el mundo, causando admiración y reconocimiento en todas las culturas.
Recientes cambios en el calendario de feriados públicos en China, que favorecen los festivales tradicionales a expensas de las fechas revolucionarias de la era comunista, decidió al gobierno a reducir a un día laborable el feriado del 1 de mayo y agregar tres fiestas tradicionales de una jornada para que la gente se enorgullezca de los 5000 años de historia y cultura de su país, entre ellas el Festival del Bote del Dragón, que se realiza el quinto día del quinto mes del calendario chino y una ceremonia ritual en homenaje al filósofo chino Confucio, el 28 de septiembre, fecha de nacimiento del gran Maestro.
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