La República de Corea está clasificada como un país desarrollado y se
considera entre las 15 economías más grandes del mundo, habitando en sus 99720
km2, 50 millones de habitantes. Seúl, su capital es una de las áreas
metropolitanas más pobladas del mundo.
Desde Hanói, en vuelo de siete horas llegamos al Aeropuerto Internacional de Incheon, uno de los más
importantes de Asia, inaugurado en 2001, está considerado el aeropuerto más avanzado
tecnológicamente, las mujeres hicieron ejercicios de relajación, considerando
muy prolongado el tiempo de conexión, contratamos un “transit tour” a Seúl,
recorriendo los 40 km. Que unen a Incheon y la capital coreana. Lo primero que
admiramos fue el gran puente Gwanghwamun, de 18.2 km. que une la isla de
Yeongiong, en donde está el aeropuerto, con la gran urbe de Seúl.
Llegamos a Seúl, una de las ciudades más cosmopolitas y modernas del mundo, después de Tokio y Nueva York, centro económico y cultural del país. Nos llevaron a ver uno de sus orgullos: el proyecto multimillonario de restauración del arroyo Cheonggyecheon, que alguna vez fue una cloaca a cielo abierto ubicada en el centro de la ciudad, por donde corrían aguas negras y ahora corren aguas cristalinas, siendo un paseo con espacios verdes.
No podía faltar algo antiguo, en este caso el Templo Changdeokgung, un conjunto de palacios conocidos también como Palacio del Este, que era el preferido de la Dinastía Choson. Estuvimos en una concurrida calle peatonal, en donde comimos e hicimos algunas compras. Cucú, con su proverbial facilidad para hacer amistades, se unió a una protesta de jóvenes coreanas, sin estar muy segura de cuál era el tema. Regresamos al Aeropuerto y por la excelente línea aérea coreana Asiana nos trasladamos a Los Ángeles, California y al día siguiente a México Distrito Federal.
Llegamos a Seúl, una de las ciudades más cosmopolitas y modernas del mundo, después de Tokio y Nueva York, centro económico y cultural del país. Nos llevaron a ver uno de sus orgullos: el proyecto multimillonario de restauración del arroyo Cheonggyecheon, que alguna vez fue una cloaca a cielo abierto ubicada en el centro de la ciudad, por donde corrían aguas negras y ahora corren aguas cristalinas, siendo un paseo con espacios verdes.
No podía faltar algo antiguo, en este caso el Templo Changdeokgung, un conjunto de palacios conocidos también como Palacio del Este, que era el preferido de la Dinastía Choson. Estuvimos en una concurrida calle peatonal, en donde comimos e hicimos algunas compras. Cucú, con su proverbial facilidad para hacer amistades, se unió a una protesta de jóvenes coreanas, sin estar muy segura de cuál era el tema. Regresamos al Aeropuerto y por la excelente línea aérea coreana Asiana nos trasladamos a Los Ángeles, California y al día siguiente a México Distrito Federal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario