Un calendario es un sistema inventado por el ser humano para dividir el tiempo en períodos regulares, a partir de criterios fundamentalmente astronómicos-nacieron de la observación del cielo, el ciclo de las estaciones y la naturaleza-, pero también por razones religiosas-lo que los hace diferentes en las distintas culturas-. Es razonable pensar que las opciones astronómicas y contables están supeditadas a razones totalmente ajenas a la correcta construcción del calendario; por ejemplo en nuestra cultura, la consagración de dos meses a los grandes emperadores-como un acto de culto-es la responsable que tengamos un mes más corto,-febrero de 28 o 29 días-, porque el emperador Augusto-en cuyo honor se puso Agosto-mando que el octavo mes tuviera 31 días, igual que Julio, el séptimo mes,-en honor de Julio César-,sin importar que se rompiera el diseño inicial de la alternancia de meses de 30 días y meses de 31; ni que el noveno mes se llame séptimo-septiembre-;el décimo, octavo-octubre-;el decimoprimero, noveno-noviembre-; y el decimosegundo se llame décimo-diciembre-. Razones religiosas determinaron la intercalación en nuestro calendario-de carácter solar-, de la fiesta de Pascua-en régimen de calendario lunar-con lo que los carnavales y la Semana Santa, tienen fechas movibles.
Los primeros calendarios de la humanidad datan de las civilizaciones que habitaron el valle de los ríos Tigres y Éufrates, en Mesopotamia. El sistema babilónico sirvió de modelo a hebreos y musulmanes. Los judíos introdujeron la semana de siete días. Los egipcios de la edad Antigua aprendieron a determinar las estaciones del año a partir de los cambios que mostraba el río Nilo-inundación, suelo húmedo y sequía-;de sus observaciones nace el calendario solar de 365 días y la división del día y la noche en doce partes cada una. Los chinos, alrededor del año 2637 a.C. introdujeron un calendario lunisolar, con ciclos de 12 años regidos por animales distintivos-Rata, Búfalo, Tigre, Liebre, Dragón, Serpiente, Caballo, Oveja, Mono, Gallo, Perro y Cerdo-estimando el año, en 480, con un exceso de tan solo 52 segundos sobre el valor vigente-365.2422-.
Las civilizaciones prehispánicas americanas utilizaban comúnmente calendarios; los mayas definían el tiempo a partir del movimiento solar, utilizando como unidad temporal básica el día; a partir de éste la trecena-13-, el mes-20-el ciclo de la luna-28-, el ciclo Tzolkin-260-el tun-360-el haab-365-, así sucesivamente, hasta el piktún de 2, 880, 000 días. Para los aztecas al ciclo anual de 260 días agregaban el xíhuitl-año solar de 365 días-dividido en 18 meses de 20 días y cinco días adicionales-; la combinación de ambos ciclos formaba unidades de 52 años-siglo-. El calendario azteca establecía los nombres de cada día: ácatl-caña-técpatl-pedernal-, calli-casa-, y toctli-conejo-que multiplicado por 13 numerales daba 52 nombres de año; cada ciclo de 52 años se iniciaba con la fiesta del Fuego Nuevo.
Las civilizaciones prehispánicas americanas utilizaban comúnmente calendarios; los mayas definían el tiempo a partir del movimiento solar, utilizando como unidad temporal básica el día; a partir de éste la trecena-13-, el mes-20-el ciclo de la luna-28-, el ciclo Tzolkin-260-el tun-360-el haab-365-, así sucesivamente, hasta el piktún de 2, 880, 000 días. Para los aztecas al ciclo anual de 260 días agregaban el xíhuitl-año solar de 365 días-dividido en 18 meses de 20 días y cinco días adicionales-; la combinación de ambos ciclos formaba unidades de 52 años-siglo-. El calendario azteca establecía los nombres de cada día: ácatl-caña-técpatl-pedernal-, calli-casa-, y toctli-conejo-que multiplicado por 13 numerales daba 52 nombres de año; cada ciclo de 52 años se iniciaba con la fiesta del Fuego Nuevo.
En la antigua Roma se usaba un calendario lunar de 10 meses-cuatro con 30 días y seis con 31-lo que constituía un período de 304 días que no formaba ni un año solar ni un año lunar. El emperador Julio César, en el año 46, para adecuar el calendario al año astronómico introdujo un año bisiesto cada 4 años, tomando el nombre de Calendario Juliano-que básicamente era igual al calendario egipcio-que se usó en Occidente durante más de mil años. Por su diferencia de 12 minutos con el ciclo solar, se fue acumulando, hasta llegar a 10 días en el siglo XVI, por lo que el papa Gregorio XIII en el año 1582 promulgó una reforma al calendario juliano que obligaba a todos los países católicos a que del 4 de octubre siguiera 15 de octubre, para estar en armonía con las estaciones, además establecía que los años seculares no divisibles entre 400, ya no serían bisiestos, esta mejora redujo el error a solo 26 segundos por año. Finalmente, el papa repuso el 1 de enero como día de Año Nuevo. La Europa católica adoptó inmediatamente el calendario “Gregoriano”-actualmente utilizado de manera oficial en todo el mundo-, pero los países protestantes se rehusaron a ello, hasta 1752, que tuvieron que hacer un ajuste de 11 días; aunque los Rusos Bolcheviques quitaron 13 porque se convirtieron hasta 1918. La Iglesia Ortodoxa Rusa sigue el calendario juliano y celebra la navidad el 7 de enero.
En 1789, con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional se inicia la Revolución Francesa-anticlerical e iconoclasta-que en abierta guerra contra el sistema estamental y contra sus cimientos ideológicos, se propuso arrasar con todo lo que recordase la religión, por lo que podía dejar intacto el calendario-percibido como un gran depósito de doctrinas e inductor de conductas contrarias a la Revolución-proponiendo un Calendario Republicano-en sustitución del calendario gregoriano-adoptado por la Convención Nacional Francesa, cuyo diseño intentaba adaptar el calendario al sistema decimal y eliminar del mismo las referencias religiosas y eclesiasticas-referido a los clérigos-.
El calendario fue diseñado por el matemático Gilbert Romme con la ayuda de los astrónomos Joseph- Jerôme de Lalande, Jean Baptiste-Joseph Delambre y Pierre-Simon Laplace. El Poeta Fabre d'Églantine dio un toque literario a los nombres de los meses y los días. El calendario nace en 1793, aprobado por la Convención Nacional Francesa-poder ejecutivo del régimen republicano-controlada por los jacobinos-club de amigos de la revolución que se reunían en un convento de dominicos en la calle San Jacobo de París-; fijando su inicio el 22 de septiembre de 1792, un año antes de ser adoptado,-con aplicación civil en Francia y sus colonias americanas y africanas-coincidiendo con el equinoccio de otoño y la proclamación de la República en el Jeu de Paume-juego de pelota-.
Los años aparecen escritos en números romanos, contados a partir de la fecha de la instauración de la república y la abolición oficial de la monarquía-y la nobleza-en Francia, que se constituyó en el año I de la era Republicana. El año, que empezaba siempre en el equinoccio de otoño, se dividía en 12 meses de 30 días, más 5 adicionales, después del último mes, para las fiestas republicanas-los Sansculottides o epagómenos: Fete de la Vertu 'Fiesta de la Virtud', el 17 ó 18 de septiembre; Fete du Génie 'Fiesta del Talento', el 18 ó 19 de septiembre; Fete du Travail 'Fiesta del Trabajo', el 19 ó 20 de septiembre; Fete de l Opinion 'Fiesta de la Opinión', el 20 ó 21 de septiembre y Fete des Récompenses 'Fiesta de las Recompensas', el 21 ó 22 de septiembre. Cada año bisiesto se agregaba un sexto día llamado Fete de la Révolution “Fiesta de la Revolución”, el 22 o 23 de septiembre.
Los meses recibían nombre nuevos basados en la Naturaleza, derivados de palabras similares en francés, latín o griego. Las terminaciones de los nombres se agrupaban según la estación: En Otoño, vendimiario, brumario y frimario; en invierno, nivoso, pluvioso y ventoso; en primavera, germinal, floreal y pradial; y en verano, mesidor, termidor y fructidor.
Vendimiario-vendémiaire-del latín vindemia “vendimia” a partir del 22, 23 o 24 de septiembre; Brumario-brumaire-del francés brume “bruma” a partir del 22, 23 o 24 de octubre y Frimario-frimaire-del francés frimas “escarcha” a partir del 21, 22 o 23 de noviembre, en el otoño septentrional, terminación aire.
Vendimiario-vendémiaire-del latín vindemia “vendimia” a partir del 22, 23 o 24 de septiembre; Brumario-brumaire-del francés brume “bruma” a partir del 22, 23 o 24 de octubre y Frimario-frimaire-del francés frimas “escarcha” a partir del 21, 22 o 23 de noviembre, en el otoño septentrional, terminación aire.
Nivoso-Nivôse-del latín nivosis “nevado” a partir del 21, 22 o 23 de diciembre; Pluvioso-Pluviôse-del latín pluviosus “lluvioso” a partir del 20, 21 o 22 de enero y Ventoso-ventôse-del latín ventosus “ventoso” a partir del 18, 20 o 21 de febrero, estos meses en invierno, terminación -ôse.
Germinal-germinal-del latín germen “semilla” a partir del 20 0 21 de marzo; Floreal-floréal-del latín flos “flor” a partir del 20 o 21 de abril y Pradial-prairial-del francés prairie “pradera”, son los meses primaverales, terminación al.
Mesidor-messidor-del latín messis “mieses, cosecha” a partir del 19 o 20 de junio; Termidor-thermidor-del griego termos “calor” a partir del 19 o 20 de julio y Fructidor-fructidor-del latín fructus “fruta” a partir del 18 o 19 de agosto. Meses veraniegos, terminación idor.
Desaparecen las semanas y los meses se dividían en tres décadas-décade en francés-, porque tenían 10 días-nueve de trabajo y uno de descanso-: Primide, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi y decadi. Los días se hicieron de 10 horas decimales, que se dividían en cien minutos y éstos en 100 segundos. Cada hora equivalía a dos horas y 24 minutos tradicionales. Los días se asociaban a una planta, un animal o una herramienta.
Mesidor-messidor-del latín messis “mieses, cosecha” a partir del 19 o 20 de junio; Termidor-thermidor-del griego termos “calor” a partir del 19 o 20 de julio y Fructidor-fructidor-del latín fructus “fruta” a partir del 18 o 19 de agosto. Meses veraniegos, terminación idor.
Desaparecen las semanas y los meses se dividían en tres décadas-décade en francés-, porque tenían 10 días-nueve de trabajo y uno de descanso-: Primide, duodi, tridi, quartidi, quintidi, sextidi, septidi, octidi, nonidi y decadi. Los días se hicieron de 10 horas decimales, que se dividían en cien minutos y éstos en 100 segundos. Cada hora equivalía a dos horas y 24 minutos tradicionales. Los días se asociaban a una planta, un animal o una herramienta.
Diez días forman una década; tres décadas forman un mes; doce meses y cinco días forman un año; cuatro años y un día forman una franciade; diez franciades una franciade secular; diez franciades seculares, menos un día forman una franciade milar. Esta división no fue muy popular, y se restableció la semana de siete días antes que el calendario fuera derogado, para uso oficial, por Napoleón Bonaparte en 1806, como una manera de eliminar los signos de democracia republicana, ya que se había autoproclamado Emperador de los Franceses.
El calendario duró 12 años, fue abolido porque la Iglesia Católica se opuso fuertemente a él como un intento de quitar toda influencia cristiana, porque tener una semana laboral de diez días dejaba menos descanso a los trabajadores, porque el equinoccio era una fecha móvil para empezar el año y porque era incompatible con los ritmos seculares de las ferias y los mercados agrícolas. El calendario se volvió a implantar brevemente tras el derrocamiento de Napoleón, y fue usado también por la efímera Comuna de París. Lástima, su universalización merecería ser verdad, pero era muy particular para Francia en el hemisferio norte y los nombres descriptivos para los meses podrían ser imprecisos en otras partes del mundo, como un thermidor helado en partes del hemisferio sur.
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