El nombre original de la isla, habitada por caribes, fue Ichirouganaim y su nombre actual de Barbados proviene del explorador portugués Pedro campos, que en 1536 la llamó Os Barbados -Los Barbudos, en español- por la apariencia de las higueras que hay en ella, que tienen largas raíces aéreas colgando, que le recordaban barbas.
En el SXVII llegaron los ingleses y se establecieron en Jamestown, hoy llamada Holetown, trajeron esclavos y cultivaron la caña de azúcar, El comercio de esclavos cesó en 1804. En 1834 el esclavismo fue abolido en el Imperio Británico.
Barbados está dividido administrativamente en once parroquias que deben su nombre a la religión anglicana de los colonos ingleses. Situado en el extremo oriental de las Indias Occidentales, tiene una superficie de 425 Km2, utilizan el dólar de Barbados y su idioma oficial es el inglés.
Barbados cuenta con una población de 280,946 , de ellos el 90.0% son negros, el 4.0% son blancos y el restante 6.0% esta compuesto por otros grupos étnicos como asiáticos y mestizos.
La mayor parte de los habitantes son protestantes (sobre todo de la iglesia anglicana) existen minorías de católicos romanos, hindúes y musulmanes.
Nosotros visitamos tiendas, joyerías y dimos una vuelta por un puente en el Puerto y tuvimos oportunidad de asistir a un funeral en la Iglesia Anglicana de St. Michael.
El sexto día del crucero amanecimos con la bella presencia del paisaje de Castries, Capital de la Isla de Santa Lucía -Saint Lucia, en inglés- en Barlovento, en las Antillas Menores, que es un pequeño país miembro de la Mancomunidad Británica de Naciones.
Es una isla volcánica con 158 kilómetros de costa. Su punto más alto es el Monte Gimie que se alza 950 metros sobre el nivel del mar, pero sus montañas más famosas son las montañas Pitons cuyas siluetas son representativas de la región y sirvieron de inspiración para el diseño de su bandera.
Con aproximadamente 1200 Km2 y 160 000 habitantes -50 000 en Castries- de las cuales casi la totalidad son de raza negra (90%), con una minoría mixta y sólo el 1% de raza blanca. El 90% de la población es católica. Utilizan el dólar del Caribe Oriental y como las demás islas los precios son altos.
La Isla fue descubierta por marinos franceses que naufragaron, un 13 de diciembre, día de Santa Lucía. Curiosamente un parque con estatua de Cristóbal Colón está cerrado, porque se ha demostrado que no fue el quien la descubrió.
Alternativamente fue ocupada por fuerzas británicas y francesas, pero en 1802, el Tratado de Paris (que se revisó en muchas fechas) estableció la soberanía francesa, pero en 1814 se determinó la posesión inglesa, convirtiéndose en estado asociado de Gran Bretaña en 1967. En 1979, Santa Lucía se convirtió en nación independiente, pero mantiene al monarca del Reino Unido como su soberano y Jefe de Estado.
Su cultura tiene fuertes influencias africanas, El idioma oficial es el inglés pero también se hablan el kweyol, de hecho, es común escuchar los servicios de noticias y los discursos políticos en ese idioma, el cual comparte con la isla de Dominica.
Realizamos una excursión por las escarpadas montañas y Beto se retrató con una boa constrictora cerca de Anse La Reye, continuando a Soufriere, el lugar más famoso de Santa Lucía para contemplar los Pitons, picos gemelos prehistóricos que se elevan a 610 metros.
También fuimos a conocer el cráter de un volcán en actividad, que periódicamente tiene erupciones recurrentes en Sulphur Springs.
De regreso, por esas carreteras francamente zigzageantes, por sus curvas pronunciadas que parecen interminables, llegamos a un mirador para ver Marigot Bay, comprobando la permanente combinación del azul y el verde, en un colorido psicodélico.
Por la noche, con vestimenta elegante, acudimos a la última cena de gala del crucero, habitualmente es solo una, pero esta vez hubo dos porque se trataba de un viaje inaugural.
El último día del Crucero fue de navegación, unos escalaron, otros jugamos golf, otros mas fueron a la alberca o a la biblioteca a revisar libros y revistas, o bien a comer al restaurante o a un cafeteria, gracias a que el mar estaba con una plácida quietud.
Regresamos a Moca, después de desembarcar sin problemas en Santo Domingo y ahora nos disponemos a degustar la Cena de Año Nuevo.
Por cierto a toda la familia y a nuestros amigos les deseamos un 2008 de lo mejor, en compañía de sus seres queridos.