domingo, 2 de septiembre de 2007

ALARID(os) V a) Gobierno de Santa Anna: SEPARACION DE TEXAS, LA GUERRA DE LOS PASTELES.

El gobierno virreinal y de México independiente, otorgaron permisos de colonización en lo que ahora es Texas, por ejemplo España dio permiso a Moisés Austin en 1797 para que ocupara una legua cuadrada y en 1821, los mexicanos concedieron a Esteban Austin, hijo de Moisés, asentarse con 300 familias.
Cuando Estados Unidos ofertó comprar Texas y un "empresario" (colono) descontento trató de fundar la república independiente de Fredonia, al este de Texas (1827), el gobierno mexicano limitó la continua inmigración estadounidense, pero los colonos estadounidenses partidarios de la separación llegaron a ser más que los mexicanos.
Ya en 1827 había tres mil "mexicanos" con treinta mil "anglos", fundamentalmente de Tennessee, por lo que en abril de 1833 hacen su primer intento de separación, cuando se llevó a cabo una convención texana que envió una representación al Congreso mexicano solicitando se le diera a Texas la calidad de estado de la República Independiente de Coahuila.
En 1835, unilateralmente, los texanos se declaran independientes, por supuesto el gobierno mexicano, considera esta pretensión como inaceptable, por lo que Antonio López de Santa Anna marcha al norte para someterlos. En las primeras batallas resultó victorioso, en 1836 ocupó San Antonio de Béjar y capturó El Álamo.
Los colonos texanos jefaturados por Samuel Houston y apoyados con armas y dinero de los Estados Unidos atacaron al ejército mexicano e hicieron prisionero a Santa Anna a orillas del río San Jacinto, quien firmó en 1836 los Tratados de Velasco, en los cuales se comprometía a reconocer la independencia de Texas.
Manuel Lorenzo Justiniano de Zavala, quien fue constituyente por Yucatán en 1824, fue uno de los 12 delegados, que redactaron la declaración de independencia del “Pueblo de Tejas” del 7 de noviembre de 1835, y el 10 de mayo de 1836 lo nombran vicepresidente de la República de Texas.
El límite meridional de Tejas, conforme a la división política del estado de Coahuila y Tejas, estaba establecido en el río Nueces, pero los tejanos lo reclamaban hasta el río Grande (Bravo), este conflicto se derivaba por la delimitación ambigua entre la Louisiana y Tejas y en que México no había ratificado el Tratado limítrofe Adams – Onís firmado entre Estados Unidos y España en 1819, que no marcaba con exactitud las fronteras, es por eso que cuando en 1803 Estados Unidos se la compra a Francia, al costo de quince millones de dólares, aduciendo que el territorio de Louisiana incluye todo el territorio de Tejas, hasta el Río Bravo de México.
Estos episodios reflejan uno de los orgullos de los tejanos, el haber tenido seis banderas de Texas (six flags over Texas): La española (en el virreinato) de 1519 a 1685 y de 1690 a 1821; la francesa de la flor de liz 1685-1690 (cuando Rene Robert Cavelier, Sieur de la Salle, funda la colonia Fort Saint Louis); la mexicana (1821-1836); Texas como república (1836-1845); como parte de la Confederación (1861-1865) y anexa a la Unión Americana (diciembre 29 de 1845-1861 1865-).
La conducta indigna de Santa Anna y las traiciones de malos mexicanos, no habían permitido llegar a buen término con el problema de Texas iniciado en 1836 y para colmo el 16 de abril de 1838 México sufre la primera intervención francesa, tomando el Puerto de Veracruz, conflicto que se prolongó hasta el 9 de marzo de 1839.
Los comerciantes franceses avecindados en México, a través del barón Deffaudis, embajador francés, enviaron una serie de reclamaciones, que fueron recibidas en París con alarma, reclamaban el pago de daños ocasionados a ciudadanos franceses durante las revueltas ocurridas en México. Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel, dueño de un restaurante en Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna, se habían comido unos pasteles sin pagar la cuenta, por lo cual exigía ser indemnizado con treinta mil pesos. Ese fue el motivo a que el pueblo mexicano identificara a esta guerra con Francia con el nombre de Guerra de los Pasteles.
Daffaudis abandonó su misión diplomática regresando a Francia, volviendo acompañado de diez barcos de guerra que fondearon frente a la isla Sacrificios en Veracruz, amenazando con invadir el territorio mexicano.
Los franceses bloquearon los puertos del Golfo y México tuvo que desviar su comercio por Corpus Cristi, al ver que México no cedía ante la presión de tener sus dos principales fuentes de ingresos fiscales bloqueadas, Francia envió veinte barcos más bajo el mando del contraalmirante Charles Baudin.
No había dinero para pagar, ni para organizar la defensa. La flota abrió fuego contra el fuerte de San Juan de Ulúa y la ciudad de Veracruz, capitulando ambas entidades.
El gobierno de México reprobó ambas capitulaciones y expidió un decreto anunciado que se declaraba la guerra al rey de Francia e inmediatamente pidió a Santa Anna que se pusiera al frente de las tropas e iniciara la ofensiva contra los franceses.
Durante la defensa de Veracruz fue herido en una pierna por lo que se la tuvieron que amputar, mas tarde se llegó a un acuerdo de paz con los franceses por lo que Santa Anna fue visto como héroe.
No obstante México tuvo que solicitar nuevos préstamos y pagar a Francia una cantidad injusta y exagerada.

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