Imagen: conocemichoacan.com.mx
"La Michoacana es natural"
A partir del siglo IX, el territorio al occidente de la Meseta de Anáhuac, recibe sucesivas migraciones provenientes del norte que eventualmente consolida un importante desarrollo político militar, de un grupo étnico y cultural autonombrado p'urhépecha.
Éste conglomerado y sus integrantes, que en lo individual se hacían llamar p'urhé o p'uré, que significa gente o persona; crean el reino de Michhuahcān 'lugar de pescadores', mismo que ocupaba la región, que hoy es el Estado de la República Mexicana, Michoacán de Ocampo.
En el siglo XIV, Tariácuri (sacerdote del viento) consolida un imperio y lo divide en tres reinos: Pátzcuaro, Cuyuacán-Ihuatzio y Tzintzuntzan. Los conquistadores españoles adjudican a los purépechas el nombre de tarascos, porque los caciques, que les entregaban a sus hijas, les llamaban tarscue (yernos).
Entre los orgullos mas acendrados de está etnia, está el jamás haber sido derrotados por los aztecas, hecho que se deriva, de la solidaridad de los tres reinos para enfrentar un enemigo común.
Confieso que me ha llamado mucho la atención, que cerca de donde yo habito, en una sola manzana, hay al menos tres establecimientos que mencionan en su denominación social a Michoacán; dos de “carnitas” y uno de “paletas”. Creo no equivocarme, si afirmo que todos se originan y crecen gracias a los estrechos lazos que encuentran su referencia en la solidaridad como un valor distintivo de los michoacanos.
Los negocios se llaman: “Mi Lindo Michoacán” y “Carnitas Michoacán”, cuyo epicentro es la población de Quiroga, afamada por sus exquisitas carnes de cerdo; y la Paletería y Nevería “La Michoacana”, en su cuarta generación, con origen en la población de Tocumbo, porque dicen los conocedores que hoy en día “prácticamente no hay una esquina del territorio nacional sin La Michoacana”, ya que Tocumbo “colonizó el país con sus paletas, helados y aguas de sabores”.
Tocumbo, uno de los 113 municipios del estado de Michoacán, significa en purépecha -lugar donde nacen los pinos- es “cuna y pueblo de las paleterías La Michoacana” está a 196 kilómetros de la capital Morelia; ubicado al oeste del estado, limita con el estado de Jalisco, es considerada por unos como “la población mas acaudalada de México”, dado que se proporcionó como fuente de empleo, la microempresa familiar dedicada a la elaboración y venta de paletas y helados, que aumentó el nivel de ingreso de sus habitantes, traducido en mejoría notable de su nivel de vida y de la capacidad instalada de sus viviendas, el 75% deshabitadas la mayor parte del año, y los servicios públicos que la comunidad cofinancía con el municipio.
Esta experiencia de éxito tiene como pioneros a los señores Rafael Malfavón “el garrapatillo”, que pone la primera paletería del pueblo, así como Agustín Andrade e Ignacio Alcázar que son los primeros, en los cuarentas, en abrir expendios de helados en la ciudad capital de la República Mexicana. En poco tiempo Agustín Andrade llegó a tener 177 establecimientos.
Esta primera generación de paleteros sentía la obligación de hacer partícipes de su éxito a los demás. La solidaridad no era casual, hay que tener en cuenta que en este pueblo prácticamente todos están emparentados. No hay más apellidos que Andrade, Alcázar, Barreto o Malfavón. Todos habían crecido juntos y aquello de hoy por ti, mañana por mí, era un credo.
Los hermanos Ignacio y Luis Alcázar se convirtieron en los mayores promotores de este negocio, regresando a Tocumbo, prestando al 2% mensual de interés, para que sus coterráneos ingresaran al negocio del helado. Este modelo de financiamiento permitió que muchos tocumbenses, se convirtieran en propietarios de uno o varios expendios de la Michoacana, mezcla única entre franquicia y negocio familiar, suficientemente adaptable y flexible.
En 1959, el Sr. Rafael Abarca inicia la segunda fase de La Michoacana mejorando la calidad de los procesos en la producción de paletas e introduce nuevos sabores de helados, preferentemente de frutas tropicales, sustituyendo la venta de refrescos por aguas frescas, que ofrecían un mayor margen de utilidad. A finales de los años 60 y durante los 70 se establecieron cientos de paleterías La Michoacana, fortaleciéndose en parte, por el hábito de los tocumbenses de financiarse entre si y con la ayuda de los hermanos Alcázar, en créditos basados en amistad, vínculos familiares y confianza.
Hasta los años 70 todo fue auge. Algunos empezaron a incursionar en ciudades como Monterrey, Guadalajara o Puebla, pero la mayoría tenía al Distrito Federal como centro de operaciones; en poco tiempo no dejaron ciudad o pueblo sin helados.
En 1990, Alejandro Andrade, diseña un logotipo, como imagen corporativa de La Michoacana, que es una indita con un helado y su slogan que dice “La Michoacana es natural”
Las Michoacanas fueron creciendo en número por toda la Republica Mexicana y algunos lugares de los EU; estimando más de 15000 paleterías; con un cálculo conservador de tres empleados por paleteria en promedio, La Michoacana podría estar dando trabajo alrededor de 45000 mexicanos.
A fin de año, los tocumbenses -que viven donde están sus paleterías- regresan a dar vida a sus residencias deshabitadas, con motivo de la tradicional Feria de la Paleta, que desde 1989, se lleva a cabo anualmente, del 20 al 27 de diciembre.
Este denodado camino está obscurecido por una leyenda negra, la trágica muerte del cofundador de La Michoacana Luis Alcázar Pulido, que el 20 de enero de 2000, fue asesinado en su domicilio de la Ciudad de México junto con Ana María Andrade, su esposa, y la doméstica Yolanda Hernández; siendo presumiblemente el autor intelectual, un familiar muy cercano, a juzgar por los cuatro mil millones de pesos que había acumulado el occiso; crimen sospechosamente no esclarecido, según afirman, porque él o los delincuentes han sido, como contraprestación a una millonaria suma que aportaron para la campaña presidencial de un candidato que resultó derrotado.
A la entrada de Tocumbo, se ha erigido un monumento a la paleta, que la atraviesa un cono helado, cuya bola de nieve, pintada de azul, representa a laTierra. El mundo está cubierto de paletas de todos colores y sabores. –ver imagen-
Hoy en día tienen diferentes nombre como las delicias de Michoacán, Tocumbo si, La Flor de Tocumbo, La Original Michoacana, La Nueva Michoacana y La Michoacana del Portón, vendiendo también postres, palomitas, nachos y pizzas.
Su fórmula del éxito es sencilla: Productos del día, realizados de manera artesanal, a precios económicos; a lo que se añade el ser ahorrativo, muy trabajador y flexible.
Éste conglomerado y sus integrantes, que en lo individual se hacían llamar p'urhé o p'uré, que significa gente o persona; crean el reino de Michhuahcān 'lugar de pescadores', mismo que ocupaba la región, que hoy es el Estado de la República Mexicana, Michoacán de Ocampo.
En el siglo XIV, Tariácuri (sacerdote del viento) consolida un imperio y lo divide en tres reinos: Pátzcuaro, Cuyuacán-Ihuatzio y Tzintzuntzan. Los conquistadores españoles adjudican a los purépechas el nombre de tarascos, porque los caciques, que les entregaban a sus hijas, les llamaban tarscue (yernos).
Entre los orgullos mas acendrados de está etnia, está el jamás haber sido derrotados por los aztecas, hecho que se deriva, de la solidaridad de los tres reinos para enfrentar un enemigo común.
Confieso que me ha llamado mucho la atención, que cerca de donde yo habito, en una sola manzana, hay al menos tres establecimientos que mencionan en su denominación social a Michoacán; dos de “carnitas” y uno de “paletas”. Creo no equivocarme, si afirmo que todos se originan y crecen gracias a los estrechos lazos que encuentran su referencia en la solidaridad como un valor distintivo de los michoacanos.
Los negocios se llaman: “Mi Lindo Michoacán” y “Carnitas Michoacán”, cuyo epicentro es la población de Quiroga, afamada por sus exquisitas carnes de cerdo; y la Paletería y Nevería “La Michoacana”, en su cuarta generación, con origen en la población de Tocumbo, porque dicen los conocedores que hoy en día “prácticamente no hay una esquina del territorio nacional sin La Michoacana”, ya que Tocumbo “colonizó el país con sus paletas, helados y aguas de sabores”.
Tocumbo, uno de los 113 municipios del estado de Michoacán, significa en purépecha -lugar donde nacen los pinos- es “cuna y pueblo de las paleterías La Michoacana” está a 196 kilómetros de la capital Morelia; ubicado al oeste del estado, limita con el estado de Jalisco, es considerada por unos como “la población mas acaudalada de México”, dado que se proporcionó como fuente de empleo, la microempresa familiar dedicada a la elaboración y venta de paletas y helados, que aumentó el nivel de ingreso de sus habitantes, traducido en mejoría notable de su nivel de vida y de la capacidad instalada de sus viviendas, el 75% deshabitadas la mayor parte del año, y los servicios públicos que la comunidad cofinancía con el municipio.
Esta experiencia de éxito tiene como pioneros a los señores Rafael Malfavón “el garrapatillo”, que pone la primera paletería del pueblo, así como Agustín Andrade e Ignacio Alcázar que son los primeros, en los cuarentas, en abrir expendios de helados en la ciudad capital de la República Mexicana. En poco tiempo Agustín Andrade llegó a tener 177 establecimientos.
Esta primera generación de paleteros sentía la obligación de hacer partícipes de su éxito a los demás. La solidaridad no era casual, hay que tener en cuenta que en este pueblo prácticamente todos están emparentados. No hay más apellidos que Andrade, Alcázar, Barreto o Malfavón. Todos habían crecido juntos y aquello de hoy por ti, mañana por mí, era un credo.
Los hermanos Ignacio y Luis Alcázar se convirtieron en los mayores promotores de este negocio, regresando a Tocumbo, prestando al 2% mensual de interés, para que sus coterráneos ingresaran al negocio del helado. Este modelo de financiamiento permitió que muchos tocumbenses, se convirtieran en propietarios de uno o varios expendios de la Michoacana, mezcla única entre franquicia y negocio familiar, suficientemente adaptable y flexible.
En 1959, el Sr. Rafael Abarca inicia la segunda fase de La Michoacana mejorando la calidad de los procesos en la producción de paletas e introduce nuevos sabores de helados, preferentemente de frutas tropicales, sustituyendo la venta de refrescos por aguas frescas, que ofrecían un mayor margen de utilidad. A finales de los años 60 y durante los 70 se establecieron cientos de paleterías La Michoacana, fortaleciéndose en parte, por el hábito de los tocumbenses de financiarse entre si y con la ayuda de los hermanos Alcázar, en créditos basados en amistad, vínculos familiares y confianza.
Hasta los años 70 todo fue auge. Algunos empezaron a incursionar en ciudades como Monterrey, Guadalajara o Puebla, pero la mayoría tenía al Distrito Federal como centro de operaciones; en poco tiempo no dejaron ciudad o pueblo sin helados.
En 1990, Alejandro Andrade, diseña un logotipo, como imagen corporativa de La Michoacana, que es una indita con un helado y su slogan que dice “La Michoacana es natural”
Las Michoacanas fueron creciendo en número por toda la Republica Mexicana y algunos lugares de los EU; estimando más de 15000 paleterías; con un cálculo conservador de tres empleados por paleteria en promedio, La Michoacana podría estar dando trabajo alrededor de 45000 mexicanos.
A fin de año, los tocumbenses -que viven donde están sus paleterías- regresan a dar vida a sus residencias deshabitadas, con motivo de la tradicional Feria de la Paleta, que desde 1989, se lleva a cabo anualmente, del 20 al 27 de diciembre.
Este denodado camino está obscurecido por una leyenda negra, la trágica muerte del cofundador de La Michoacana Luis Alcázar Pulido, que el 20 de enero de 2000, fue asesinado en su domicilio de la Ciudad de México junto con Ana María Andrade, su esposa, y la doméstica Yolanda Hernández; siendo presumiblemente el autor intelectual, un familiar muy cercano, a juzgar por los cuatro mil millones de pesos que había acumulado el occiso; crimen sospechosamente no esclarecido, según afirman, porque él o los delincuentes han sido, como contraprestación a una millonaria suma que aportaron para la campaña presidencial de un candidato que resultó derrotado.
A la entrada de Tocumbo, se ha erigido un monumento a la paleta, que la atraviesa un cono helado, cuya bola de nieve, pintada de azul, representa a laTierra. El mundo está cubierto de paletas de todos colores y sabores. –ver imagen-
Hoy en día tienen diferentes nombre como las delicias de Michoacán, Tocumbo si, La Flor de Tocumbo, La Original Michoacana, La Nueva Michoacana y La Michoacana del Portón, vendiendo también postres, palomitas, nachos y pizzas.
Su fórmula del éxito es sencilla: Productos del día, realizados de manera artesanal, a precios económicos; a lo que se añade el ser ahorrativo, muy trabajador y flexible.
4 comentarios:
Qué bien que narres esta historia. Yo conozco a algunos descendientes de Agustín Andrade y de Rafael Abarca. Siempre me ha llamado mucho la atención cómo es que entre los tocumbenses (tocumbeños?) se ayudan y progresan.
wow... esta genial esta historia...!!!!
la verdad estoy consiguiendo el libro de martin gonzalez de la vara historia de los paleteros de tocumbo y tambien estoy consiguiendo el recetario de la michoacana. me gustaria saber como se podria conseguir fotografias de paleterias quien tiene el mejor negocio el mas actualizado y globalizado quien tiene los refrigeradores y congeladores mas nuevos porque hay algunos que tienen mas de 20 años y no se actualizan quien tiene los negocios recien pintado y puesto los azulejos en las paredes y el piso nuevo tambien tiene quer ver un paletero bien administrado el negocio.
Hola que tal sooy estudiante de mkt y buscando una marca original, diferente y porsupuesto mexicana, mi equipo de trabajo y yo decidimos trabajar con la marca La Michoacana y leyendo este articulo me parecio importante preguntar ¿han utilizado publicidad alguna vez? me encantaria una repuesta, gracias y de verdad que buena narracion!!! hasta pronto... att. Luisa
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