Imagen: santhuongmail.com
En 1958 Tokio Tsushin Kogyo se renombra como Sony, teniendo como compañía a imitar a la holandesa Philips; instalándose en 1960 en los Estados Unidos como Sony Corporation of America, mudándose Morita con Yoshiko su esposa y sus hijos a Nueva York, estableciendo a Sony como una compañía de productos innovadores, como el transistor TR-63, siendo esta compañía pionera en prácticamente todos los segmentos de mercado de la industria de consumo.
Morita escogió la palabra Sony para aumentar su presencia a nivel mundial, inspirado por una parte en la palabra latina sonitus (sonido) y por otra, en el término coloquial y juvenil norteamericano sonny boy (hijito); suprimiendo una de las enes para que la fonética quedara invariable. La elección de un nombre tan peculiar era poco menos que una ofensa a la tradición y al idioma japonés, siendo acusado en Japón por despreciar los valores y el alfabeto de ideogramas.
Este Midas oriental, con sus productos innovadores de los años cincuenta a setenta, llevó a la Sony de ingresos de 2.5 millones en 1955 a mas de 29 000 en 1992, gracias a la comercialización del primer radio de bolsillo, el primer televisor a transistores del mundo, de cinco pulgadas; el videocasete; los televisores Trinitron; el famoso Walkman fabricado en 1979, que sacó la música de los hogares, el compact-disc que desarrolló en sociedad con Philips y el perro robótico Fido, que quizá fue uno de sus caprichos tecnológicos.
En 1968, la empresa entró en el negocio de software de música en Japón mediante el establecimiento de CBS/Sony Group Inc conjuntamente con la CBS, Inc de los EE.UU. Luego, en 1979, Sony entró en el negocio financiero en Japón con la fundación de Sony Prudential Life Insurance Co Ltd, una "joint venture" 50-50 con El Prudential Life Insurance Co de América.
Escribió en 1966 un libro llamado Never Mind School Records (No importan las calificaciones escolares) y en 1986 su autobiografía titulada Made in Japan; fue asesor en consejos de administración de varias empresas, entre ellas PanAm, IBM y Morgan Guaranty Trust; Vicepresidente de la Keidanren (Federación Japonesa de Organizaciones Económicas); en 1993 debería presidir esta organización que es lo mas parecido a sentarse en el trono imperial nipón, no pudiendo asumir pues un infarto lo mantuvo en silla de ruedas.
Ávido siempre de aprender, empezó a jugar tenis a los cincuenta y cinco, recibió su licencia de piloto de helicópteros; aprendió a esquiar en la nieve a los sesenta y esquiar en el agua a los sesenta y cuatro. Después de cumplir los setenta, le gustaba correr en su motocicleta, subir a la montaña rusa y hasta hizo acrobacias en avión.
En 1993, se derrumbó sobre una pista de tenis con una hemorragia cerebral, muriendo de neumonía en Tokio, en octubre de 1999 a la edad de 78 años, legando una de las marcas más prestigiosas del mundo en la fabricación de artículos electrónicos “nada mal para un muchacho que había empezado a los 25 años con apenas 190, 000 yenes en un país en ruinas”.
Su impulso innovador no murió con su fundador, de sus fábricas salen cámaras digitales, televisoras, computadoras y una lista interminable que incluye computadoras VAIO, televisores Bravía y la celebre PlayStation 2.
"No tema equivocarse. Pero no cometa el mismo error dos veces"
“El mundo de hoy es como un trasatlántico a punto de chocar con un iceberg. Lo peor de todo no es el fatal desenlace, sino que los pasajeros pese a saberlo están jugando en el casino, embebidos por las magníficas ganancias y estruendosas pérdidas de la ruleta, y ninguno hace nada por evitar el choque”
“El mundo de hoy es como un trasatlántico a punto de chocar con un iceberg. Lo peor de todo no es el fatal desenlace, sino que los pasajeros pese a saberlo están jugando en el casino, embebidos por las magníficas ganancias y estruendosas pérdidas de la ruleta, y ninguno hace nada por evitar el choque”
Físico de inagotable creatividad graduado en la Universidad de Osaka y empresario japonés cofundador de Sony, identificado mas como genio del mercadeo que como mago de la tecnología, nace el 26 de enero de 1921 en la ciudad de Nagoya en el seno de una familia de clase media alta, propietaria de una ancestral fábrica de sake (licor de arroz); alimentando las esperanzas de su padre, que aspiraba que algún día se hiciera cargo del negocio familiar.
Desde niño tuvo fascinación por los artefactos electrónicos, prestando especial atención al funcionamiento del fonógrafo cuando a los diez años, su familia remplazó la vieja vitrola, su afición por los aparatos sería conocida desde entonces; fue lector joven de la revista “Mecánica Popular”, lo que habría de cambiar su vida, pues desde temprana edad tuvo el sueño del Walkman, sabiendo que la música podía ser grabada y reproducida magnéticamente por magnetófonos.
Sus temas favoritos eran las matemáticas y la física por lo que en 1940 ingresa a la Universidad Imperial de Osaka y cuatro años mas tarde alcanza el título de Licenciado en Física. Durante ese tiempo Japón se encontraba en medio de la Guerra del Pacífico, por lo que al graduarse se convierte en teniente de la Armada en donde conoce a Masaru Ibuka.
Al regresar a Nagoya, después del conflicto bélico, fue invitado a unirse al cuerpo docente del Instituto Tecnológico de Tokio, cuando por un periódico se entera que Ibuka ha fundado en Tokio el Instituto de Investigaciones de Telecomunicaciones, por lo que lo busca y acuerdan establecer, junto con Maeda, una empresa conjunta, que fundan en 1946, con la inversión de $375 dólares: La Corporación de Ingeniería y Telecomunicaciones de Tokio (Tokio Tsushin Kogyo).
Ibuka de 38 años, tímido y reservado, sería el investigador y generador de proyectos; Morita de 25 años, el innovador y el vendedor. Su primer producto fue una cazuela para cocinar arroz. Produjeron cien y no vendieron una. Su segundo producto fue la primera grabadora de cinta del Japón, que usaba cinta de papel, porque no había plásticos en esa época en ese país. Una vez más, tenían un producto decente, pero no se vendió. La compañía flirteó con la bancarrota durante este período y durante sus primeros ocho años de existencia. El padre de Morita vino al rescate numerosas veces.
Atrapados el y sus socios por la fascinación del trabajo de William B. Schocley en Bell Laboratories, donde se desarrolló el transistor, en 1953 pagaron $25 000 dólares por su licencia, desarrollando cuatro años después un transistor portátil para radio de bolsillo, el TR-55, que se convirtió en un éxito.
Desde niño tuvo fascinación por los artefactos electrónicos, prestando especial atención al funcionamiento del fonógrafo cuando a los diez años, su familia remplazó la vieja vitrola, su afición por los aparatos sería conocida desde entonces; fue lector joven de la revista “Mecánica Popular”, lo que habría de cambiar su vida, pues desde temprana edad tuvo el sueño del Walkman, sabiendo que la música podía ser grabada y reproducida magnéticamente por magnetófonos.
Sus temas favoritos eran las matemáticas y la física por lo que en 1940 ingresa a la Universidad Imperial de Osaka y cuatro años mas tarde alcanza el título de Licenciado en Física. Durante ese tiempo Japón se encontraba en medio de la Guerra del Pacífico, por lo que al graduarse se convierte en teniente de la Armada en donde conoce a Masaru Ibuka.
Al regresar a Nagoya, después del conflicto bélico, fue invitado a unirse al cuerpo docente del Instituto Tecnológico de Tokio, cuando por un periódico se entera que Ibuka ha fundado en Tokio el Instituto de Investigaciones de Telecomunicaciones, por lo que lo busca y acuerdan establecer, junto con Maeda, una empresa conjunta, que fundan en 1946, con la inversión de $375 dólares: La Corporación de Ingeniería y Telecomunicaciones de Tokio (Tokio Tsushin Kogyo).
Ibuka de 38 años, tímido y reservado, sería el investigador y generador de proyectos; Morita de 25 años, el innovador y el vendedor. Su primer producto fue una cazuela para cocinar arroz. Produjeron cien y no vendieron una. Su segundo producto fue la primera grabadora de cinta del Japón, que usaba cinta de papel, porque no había plásticos en esa época en ese país. Una vez más, tenían un producto decente, pero no se vendió. La compañía flirteó con la bancarrota durante este período y durante sus primeros ocho años de existencia. El padre de Morita vino al rescate numerosas veces.
Atrapados el y sus socios por la fascinación del trabajo de William B. Schocley en Bell Laboratories, donde se desarrolló el transistor, en 1953 pagaron $25 000 dólares por su licencia, desarrollando cuatro años después un transistor portátil para radio de bolsillo, el TR-55, que se convirtió en un éxito.
En 1958 Tokio Tsushin Kogyo se renombra como Sony, teniendo como compañía a imitar a la holandesa Philips; instalándose en 1960 en los Estados Unidos como Sony Corporation of America, mudándose Morita con Yoshiko su esposa y sus hijos a Nueva York, estableciendo a Sony como una compañía de productos innovadores, como el transistor TR-63, siendo esta compañía pionera en prácticamente todos los segmentos de mercado de la industria de consumo.
Morita escogió la palabra Sony para aumentar su presencia a nivel mundial, inspirado por una parte en la palabra latina sonitus (sonido) y por otra, en el término coloquial y juvenil norteamericano sonny boy (hijito); suprimiendo una de las enes para que la fonética quedara invariable. La elección de un nombre tan peculiar era poco menos que una ofensa a la tradición y al idioma japonés, siendo acusado en Japón por despreciar los valores y el alfabeto de ideogramas.
Este Midas oriental, con sus productos innovadores de los años cincuenta a setenta, llevó a la Sony de ingresos de 2.5 millones en 1955 a mas de 29 000 en 1992, gracias a la comercialización del primer radio de bolsillo, el primer televisor a transistores del mundo, de cinco pulgadas; el videocasete; los televisores Trinitron; el famoso Walkman fabricado en 1979, que sacó la música de los hogares, el compact-disc que desarrolló en sociedad con Philips y el perro robótico Fido, que quizá fue uno de sus caprichos tecnológicos.
En 1968, la empresa entró en el negocio de software de música en Japón mediante el establecimiento de CBS/Sony Group Inc conjuntamente con la CBS, Inc de los EE.UU. Luego, en 1979, Sony entró en el negocio financiero en Japón con la fundación de Sony Prudential Life Insurance Co Ltd, una "joint venture" 50-50 con El Prudential Life Insurance Co de América.
Por otra parte, Sony adquirió CBS Records Inc, el grupo de registros de CBS en 1988. El siguiente año se hizo de Columbia Pictures Entertainment, Inc. compañía de entretenimiento que abarcaba tanto hardware como software.
Morita también tuvo desalientos, como el lanzamiento de las videograbadoras caseras (Betamax) y su posterior caída, entre otras cosas por su menor duración, frente a la arremetida del VHS, o la adquisición de Columbia Pictures Entertainment en 1989, que desembocó en pérdidas.
Por virtudes propias y méritos adquiridos a base de disciplina, Morita se creó una fama de afable y abierto conversador, de discreto consejero y excelente punto de contacto. A finales de los sesenta se convirtió en el japonés de mayor influencia en Norteamérica. Fue el primer japonés que se le conceda la Medalla Albert otorgada por la Sociedad Real de Artes del Reino Unido, en 1984, recibió la Orden Nacional de la Legión de Honor (Ordre National de la Legión de Honor), el mayor y más prestigioso reconocimiento francés, y en 1991, fue galardonado con la Primera Clase Orden del Sagrado Tesoro de Su Majestad el Emperador de Japón.
Además, Morita recibió numerosos premios de países como Austria, Bélgica, Brasil, Alemania, España, los Países Bajos y los Estados Unidos, lo que demuestra el alcance de su reconocimiento mundial.
Escribió en 1966 un libro llamado Never Mind School Records (No importan las calificaciones escolares) y en 1986 su autobiografía titulada Made in Japan; fue asesor en consejos de administración de varias empresas, entre ellas PanAm, IBM y Morgan Guaranty Trust; Vicepresidente de la Keidanren (Federación Japonesa de Organizaciones Económicas); en 1993 debería presidir esta organización que es lo mas parecido a sentarse en el trono imperial nipón, no pudiendo asumir pues un infarto lo mantuvo en silla de ruedas.
Ávido siempre de aprender, empezó a jugar tenis a los cincuenta y cinco, recibió su licencia de piloto de helicópteros; aprendió a esquiar en la nieve a los sesenta y esquiar en el agua a los sesenta y cuatro. Después de cumplir los setenta, le gustaba correr en su motocicleta, subir a la montaña rusa y hasta hizo acrobacias en avión.
En 1993, se derrumbó sobre una pista de tenis con una hemorragia cerebral, muriendo de neumonía en Tokio, en octubre de 1999 a la edad de 78 años, legando una de las marcas más prestigiosas del mundo en la fabricación de artículos electrónicos “nada mal para un muchacho que había empezado a los 25 años con apenas 190, 000 yenes en un país en ruinas”.
Su impulso innovador no murió con su fundador, de sus fábricas salen cámaras digitales, televisoras, computadoras y una lista interminable que incluye computadoras VAIO, televisores Bravía y la celebre PlayStation 2.
No hay comentarios:
Publicar un comentario