Imagen: “CUIDADOR DE PATOS” Pintura al Óleo de la artista española Gloria Abellán Romero
El arroz (oryza sativa) es una gramínea originaria de Asia, constituye el segundo alimento más utilizado del mundo, después del trigo y primero de Asia en donde se encuentran los principales países productores: China, India, Bangladesh, Viet Nam, Tailandia, Indonesia, Myanmar y Filipinas.
Aunque en 2007, la producción en las áreas arroceras, con sus 152 millones de hectáreas, alcanzó el nivel record de 643 millones de toneladas; las existencias mundiales se encuentran en los niveles más bajos de los últimos 30 años lo que permite apenas atender el consumo mundial.
De otro lado, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) estima que aproximadamente el 90% de los 1 044 millones de patos domésticos del mundo se encuentran en Asia, concentrando China y Viet Nam el 75% del total.
Particularmente, algunos países del sudeste asiático, tiene la tradición popular de poner patos en los arrozales, la idea es cultivar arroz y criar patos en el mismo terreno; este sistema mixto arroz-patos tiene una relación simbiótica, pues estas aves sirven de control biológico ya que se alimentan de la destructiva población de caracoles dorados (Pomacea spp.) eliminando la necesidad de utilizar molusquicida, dejando intactas las plantas de arroz, que no les gustan.
Los palmípedos remueven los fondos y oxigenan el agua, lo que beneficia a las plantas; además sus excrementos son excelente abono orgánico que alimenta el suelo. Los ánsares aplastan las malas hierbas y expulsan las plagas de insectos, lo que supone un ahorro considerable en el costo de fertilizantes inorgánicos y una reducción substancial en el uso de insecticidas y herbicidas.
En Filipinas se está implementando el Programa de patos al rescate de los arrozales, con los denominados patos guardianes con ánades reales que aprovecharán los pequeños caracoles (Thiara spp.) y las plagas de caracoles dorados en acciones con sostenibilidad ecológica; en Japón se ha desarrollado un sistema sostenible e integrado de arroz orgánico y cría de patos aigamo que aumenta considerablemente el rendimiento, multiplicando los ingresos de los agricultores y reduciendo su carga de trabajo, recortando al mismo tiempo el daño medioambiental y aumentando la seguridad alimentaria.
Los campesinos saben la edad óptima en la que los patos deben soltarse en los arrozales, el número de patos que deben introducirse por cada décima de hectárea y el momento en que los patos deben sacarse de los arrozales
Los países del sudeste asiático desde tiempo inmemorial aplican un calendario integrado del arroz y de los patos; convirtiendo el arrozal en un buen comedero para los ánsares y utilizando estas aves como una importante fuente adicional de proteínas de la cocina indochina, ya que después de cosechar el arroz en noviembre-diciembre, los patos se consumen o venden, sacrificándolos alrededor del Año Nuevo Chino, momento en el que el volumen de ventas y el trasporte de patos aumenta considerablemente.
El arroz (oryza sativa) es una gramínea originaria de Asia, constituye el segundo alimento más utilizado del mundo, después del trigo y primero de Asia en donde se encuentran los principales países productores: China, India, Bangladesh, Viet Nam, Tailandia, Indonesia, Myanmar y Filipinas.
Aunque en 2007, la producción en las áreas arroceras, con sus 152 millones de hectáreas, alcanzó el nivel record de 643 millones de toneladas; las existencias mundiales se encuentran en los niveles más bajos de los últimos 30 años lo que permite apenas atender el consumo mundial.
De otro lado, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) estima que aproximadamente el 90% de los 1 044 millones de patos domésticos del mundo se encuentran en Asia, concentrando China y Viet Nam el 75% del total.
Particularmente, algunos países del sudeste asiático, tiene la tradición popular de poner patos en los arrozales, la idea es cultivar arroz y criar patos en el mismo terreno; este sistema mixto arroz-patos tiene una relación simbiótica, pues estas aves sirven de control biológico ya que se alimentan de la destructiva población de caracoles dorados (Pomacea spp.) eliminando la necesidad de utilizar molusquicida, dejando intactas las plantas de arroz, que no les gustan.
Los palmípedos remueven los fondos y oxigenan el agua, lo que beneficia a las plantas; además sus excrementos son excelente abono orgánico que alimenta el suelo. Los ánsares aplastan las malas hierbas y expulsan las plagas de insectos, lo que supone un ahorro considerable en el costo de fertilizantes inorgánicos y una reducción substancial en el uso de insecticidas y herbicidas.
En Filipinas se está implementando el Programa de patos al rescate de los arrozales, con los denominados patos guardianes con ánades reales que aprovecharán los pequeños caracoles (Thiara spp.) y las plagas de caracoles dorados en acciones con sostenibilidad ecológica; en Japón se ha desarrollado un sistema sostenible e integrado de arroz orgánico y cría de patos aigamo que aumenta considerablemente el rendimiento, multiplicando los ingresos de los agricultores y reduciendo su carga de trabajo, recortando al mismo tiempo el daño medioambiental y aumentando la seguridad alimentaria.
Los campesinos saben la edad óptima en la que los patos deben soltarse en los arrozales, el número de patos que deben introducirse por cada décima de hectárea y el momento en que los patos deben sacarse de los arrozales
Los países del sudeste asiático desde tiempo inmemorial aplican un calendario integrado del arroz y de los patos; convirtiendo el arrozal en un buen comedero para los ánsares y utilizando estas aves como una importante fuente adicional de proteínas de la cocina indochina, ya que después de cosechar el arroz en noviembre-diciembre, los patos se consumen o venden, sacrificándolos alrededor del Año Nuevo Chino, momento en el que el volumen de ventas y el trasporte de patos aumenta considerablemente.
El Año Nuevo Chino, mas conocido en China, como la Fiesta de Primavera o Año Nuevo Lunar, es la festividad tradicional más importante del calendario chino, celebrada también en otros países de Asia. Comienza el primer día del primer mes lunar, con la segunda luna nueva, tras el solsticio de invierno boreal, lo cual puede ser entre el 21 de enero o el 21 de febrero y termina el día quince, cuando se celebra el Festival de los Faroles. Este 7 de febrero de 2008, en el año de la rata, dio comienzo el año 4706 según el calendario chino; el próximo será, el año del buey, iniciándose el 26 de enero de 2009.
En algunos países (Indonesia, Viet Nam, Myanmar, India, Tailandia) existe un personaje sorprendente, que parece irreal, a no ser por las imágenes disponibles: el “pastor” de patos, actividad tan ajena a nosotros, que no es posible darle un nombre correcto; pues pastor es el que apacienta, lleva al ganado a los pastos y en este caso, esta notable figura, los introduce a los cultivos; los guía utilizando una larga vara de bambú, la mayoría de veces con un trapo colgando y los recoge y guarda, cuando los arrozales ya están secos.
Los patitos al salir del huevo, lo primero que ven moverse es la vara, con o sin trapo, por instinto la siguen y reconocen como madre sustituta; por esa razón, el “pastor” con su vara en la mano, guía a la bandada a ras de piso, haciendo que la cabeza del grupo de patos siga la dirección deseada y el resto le siga. Es fácil decirlo, quizá no sea tan simple, pero no hay duda de que sucede como puede apreciarse en el video que se repite prácticamente en todos los blogs y que aquí también replicamos.
Esta paradisíaca escena se ve alterada por el peligro mundial que representa la pandilla de patos de los arrozales en la propagación del virus H5N1 de la gripe aviar, pues en marzo de 2008, la FAO identificó a los patos y los arrozales como los principales factores de brotes de gripe aviar altamente patógena en Tailandia y Vietnam. Incluyendo el delta del río Mekong, en donde viven cerca de 50 millones de patos.
Los patos, a diferencia de las gallinas, que mueren antes que puedan propagar el virus, representan mayor peligro, pues a los patos domésticos, que sobreviven al virus, se añaden los patos silvestres que se crían en libertad, convirtiendo a menudo los arrozales en su habitat temporal, moviéndose siguiendo las pautas de la recolección del arroz. Las autoridades sanitarias del sudeste asiático, el año pasado, se vieron obligadas a sacrificar alrededor de 240 millones de aves.
El punto álgido del riesgo de transmisión es el Año Nuevo Chino, ya que durante este periodo se produce la mayor migración humana del planeta, con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar sus fiestas con sus familias, por ende la gran movilidad representa mayor peligro.
El “efecto pato” es de gran variabilidad.
En algunos países (Indonesia, Viet Nam, Myanmar, India, Tailandia) existe un personaje sorprendente, que parece irreal, a no ser por las imágenes disponibles: el “pastor” de patos, actividad tan ajena a nosotros, que no es posible darle un nombre correcto; pues pastor es el que apacienta, lleva al ganado a los pastos y en este caso, esta notable figura, los introduce a los cultivos; los guía utilizando una larga vara de bambú, la mayoría de veces con un trapo colgando y los recoge y guarda, cuando los arrozales ya están secos.
Los patitos al salir del huevo, lo primero que ven moverse es la vara, con o sin trapo, por instinto la siguen y reconocen como madre sustituta; por esa razón, el “pastor” con su vara en la mano, guía a la bandada a ras de piso, haciendo que la cabeza del grupo de patos siga la dirección deseada y el resto le siga. Es fácil decirlo, quizá no sea tan simple, pero no hay duda de que sucede como puede apreciarse en el video que se repite prácticamente en todos los blogs y que aquí también replicamos.
Esta paradisíaca escena se ve alterada por el peligro mundial que representa la pandilla de patos de los arrozales en la propagación del virus H5N1 de la gripe aviar, pues en marzo de 2008, la FAO identificó a los patos y los arrozales como los principales factores de brotes de gripe aviar altamente patógena en Tailandia y Vietnam. Incluyendo el delta del río Mekong, en donde viven cerca de 50 millones de patos.
Los patos, a diferencia de las gallinas, que mueren antes que puedan propagar el virus, representan mayor peligro, pues a los patos domésticos, que sobreviven al virus, se añaden los patos silvestres que se crían en libertad, convirtiendo a menudo los arrozales en su habitat temporal, moviéndose siguiendo las pautas de la recolección del arroz. Las autoridades sanitarias del sudeste asiático, el año pasado, se vieron obligadas a sacrificar alrededor de 240 millones de aves.
El punto álgido del riesgo de transmisión es el Año Nuevo Chino, ya que durante este periodo se produce la mayor migración humana del planeta, con millones de personas viajando a sus lugares de origen para celebrar sus fiestas con sus familias, por ende la gran movilidad representa mayor peligro.
El “efecto pato” es de gran variabilidad.
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