De izq. a derecha Dr. Álvaro Ramírez Galarza, Dra. Melita Morales, Dr. Humberto Jaime Alarid, Dr. Jorge Rivera Villasana y Dr. Homero Carro. |
¿Qué les parece el refrán militar “El que manda, manda y si se equivoca: vuelve a mandar”?
Etimológicamente, la palabra dirección deriva del prefijo intensivo DI y del sánscrito RAJ (Riere), que significa preeminencia o gobernar. Conceptualmente dirección es la cuarta etapa del proceso administrativo, mediante la cual el líder conduce al grupo a la consecución de los objetivos, aplicando los conocimientos en la toma de decisiones. La dirección es la parte esencial y central de la administración, a la cual deben subordinarse en forma ordenada la planeación y la organización, en beneficio de la mejor ejecución.
Sus elementos básicos son la autoridad y la coordinación; los medios fundamentales son la delegación y la supervisión y por su naturaleza interpersonal, durante su ejercicio se generan procesos psicosociales tales como motivación, comunicación, liderazgo, toma de decisiones y manejos de conflictos.
La autoridad formal es la facultad legal del directivo para dar órdenes y la obligatoriedad de los subordinados para obedecerlas.
La dirección une lo legítimo y lo creador, así como la ciencia y el arte de lo objetivo y lo subjetivo. El directivo aplica las leyes, pero también la intuición, los principios técnicos y la creatividad personal; los procedimientos normativos y las enseñanzas derivadas de la experiencia; los métodos cuantitativos y los cualitativos; la teoría y la práctica; las mediciones y la apreciación, la generalización y la particularización; la tipificación y la iniciativa. Dirigir implica mandar, influir y motivar.
Cuando el superior jerárquico concede autoridad y transmite responsabilidad está delegando, ya sea en forma general otorgando amplias facultades para todas las funciones o bien en forma específica cuando se limita a determinada actividad o aspecto.
Parte esencial de lo subjetivo de la dirección es el estilo, que puede ser concreto, reconocible, aislable y fuente de éxitos y fracasos. Cada dirigente imprime a su trabajo una manera de guiar y conducir, una forma específica de vincular la teoría con la práctica y una mayor o menor capacidad creadora como directivo.
De acuerdo con la teoría X-Y de Douglas Mc Gregor, existen dos tipos de individuos: los que deben ser obligados a trabajar (X) y los que pueden ser conducidos en el trabajo (Y). Los X, la mayoría, no les gusta el trabajo, evitan el esfuerzo, no asumen responsabilidades, son pasivos, y es necesario que estén vigiladas y controladas para lograr los objetivos. Los Y son personas que disfrutan de su trabajo (quizá piensan que no sería necesario que les pagaran), buscan responsabilidades, tienen muy buen desempeño, son creativos y se muestran críticos en sus labores.
William Ouchi, presenta la teoría Z para contrastar la teoría X-Y, sugiriendo que los individuos no disocian su condición de seres humanos de la condición de empleados, por lo que la humanización a la vez que incrementa la productividad, aumenta la autoestima.
Sus tres principios básicos son la confianza, la atención a las relaciones humanas y las relaciones sociales estrechas. Toma la productividad como una cuestión de organización social, se basa en la gestión humana, bajo el patrón cultural y social de su entorno, porque la dirección eficiente es determinante en la moral de los empleados y consecuentemente en la productividad.
Entre los principios de la dirección se encuentran: La armonía del objetivo del dirigente con el objetivo general de la organización; impersonalidad del mando ya que el ejercicio de la autoridad depende de las necesidades institucionales; supervisión directa en donde el dirigente apoya e informa a sus subordinados durante la ejecución de los planes a fin de facilitar los logros; el principio de la vía jerárquica respetando los canales de información establecidos; de la resolución del conflicto, interviniendo precozmente cuando aparezca y surja un conflicto, aprovechando el mismo para visualizar nuevas estrategias y emprender diversas alternativas.
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