Imagen: secciondeportiva.com
En 1999 adquirió el equipo de jockey ruso Avangard, de la ciudad de Omsk. Como apasionado del fútbol es propietario de varios clubes profesionales: En Fulham Inglaterra, sede del Chelsea FC de Londres, -al que desde 2003, ha invertido más de 630 millones de euros-; con el que ha ganado en dos ocasiones la Premier League inglesa; el CSKA en Moscú y el equipo carioca Corinthians de Brasil.
Con un costo estimado de 250 millones de euros, ha encargado a los astilleros de Hamburgo-Alemania-, la construcción de un “superyate” que llevará por nombre “Eclipse” y estará equipado con un sistema de detección de misiles como protección frente a piratas y terroristas; la embarcación, de 170 metros de eslora-la más grande del mundo en su tipo-contará con una tripulación de setenta personas y camarotes para 24 invitados. El navío se convertirá en el buque insignia de tres yates que ya posee: el “Pelorus”-que compró al jeque de Arabia Saudí Modhassan-normalmente atracado en Malta; el Susurro y el Ecstasea.
En septiembre de 2007 se convirtió en el primer comprador de un Airbus A380 para uso privado-el avión mas grande del mundo, capaz de transportar 840 pasajeros, que será decorado “a su medida”-, con un costo estimado de 300 millones de dólares.
Recientemente compro a la organización internacional “The Lunar Embassy”, una parcela lunar de 100 acres, situada en la parte visible de la luna, como regalo para su prometida Dasha.
Durante los últimos diez años ha participado en política, fue elegido en 1999 representante en la Duma o Parlamento de Chukotka-distrito autónomo del extremo nordeste de la Federación Rusa, en la costa del Mar de Bering, frente a Alaska- de 737 700 km²-pero solo 55000 habitantes de 86 grupos étnicos-; con grandes reservas de petróleo, gas natural, carbón, oro y tungsteno. En diciembre de 2000 fue elegido gobernador de dicha región, y en 2005, el presidente ruso Vladímir Putín le renovó el cargo para un segundo período que concluía en 2010; Abramóvich viajaba de manera esporádica a Chukokta, que tradicionalmente se dedica al pastoreo de renos y caza de morsas. En 2008 dimitió a este puesto político, después de haber invertido millones de dólares para el desarrollo de la infraestructura regional, comprando miles de casas para los habitantes de Chukokta.
No hay un juicio final sobre Román, por ser muy joven y por permanecer vivo; sus detractores simplifican su situación como la suma de buenas relaciones-con la hija del presidente Yeltsin: Tatyana Dyachenko-, el comprar activos privatizados a precios ridículos-Sibneft en petróleo y RusAl en aluminio-, un poco de lógica empresarial y vender al precio del mercado. Pero su éxito es incuestionable ya que es famoso, y a decir del algún comentarista, se ha convertido en “uno de los hombres más envidiados del planeta”, no obstante las preguntas sin respuesta sobre el origen y naturaleza de su fortuna, no se le puede acusar de ningún hecho ilegal y no hay ninguna demanda legal contra el y su inmensa riqueza. A pesar de haber sido investigado nunca fue condenado por delitos administrativos.
“Estoy convencido que el dinero no compra la felicidad"
Nada presagiaba que un niño nacido en octubre de 1966 en la Unión Soviética llegará a ser, ya no un oligarca, un millonario, o un magnate; ni siquiera un hombre medianamente rico; pues era el cuarenta y nueve aniversario de la revolución de octubre y del régimen soviético que afirmaba que estaban en plena era “de afirmación del comunismo” y del “derrumbamiento del capitalismo”. Sin embargo el 24 de octubre de 1966 nace Román Abramóvich, en el seno de una familia de origen judío, hoy en día uno de los hombres más ricos no solo de Rusia, sino del mundo, con una fortuna-según Forbes-de más de 23 mil millones de dólares.
Por si fuera poca la adversidad del contexto anterior; su nacimiento se realiza en la ciudad rusa de Sarátov-isla de halcones-a 858 kilómetros al sureste de Moscú, sobre el lado derecho del río Volga, que en ese momento-y hasta 1991-fue una ciudad cerrada, fuera del alcance de todo extranjero, lo que lo condenaba a vivir confinado; pero la realidad actual es que Abramóvich reside la mayor parte del año en Londres; alterna su residencia en el Verano en Niza, y vive majestuosamente en una mansión que ocupa 42 hectáreas, en las afueras de Moscú, en un área muy custodiada a la que no puede tener acceso el común de los rusos porque allí viven los nuevos ricos.
Pero su pronóstico siguió complicándose, pues queda huérfano a la edad de 18 meses por enfermedad y muerte de su madre y cuando Román solo tenía cuatro años, su padre pierde la vida en un accidente de trabajo en una construcción, por lo que fue adoptado por su tío paterno, alto funcionario de la industria petrolera soviética, que lo cría en Ujtá, en la República Komi, en una región petrolera de Siberia-históricamente conocida como Ziriania-en el noroeste de la Federación Rusa.
Se fue a vivir con sus abuelos maternos al norte de Moscú; realizó estudios en la escuela industrial de la ciudad de Ujtá, pero debió interrumpirlos para alistarse en el ejército. Estudio en el Instituto Gubkin de Petróleo y Gas en Moscú, abandonando posteriormente la Universidad. En el 2000 se graduó en derecho en la Moscow State Law Academy. Poco se conoce sobre su vida personal y es refractario a las entrevistas, por lo que muchos aspectos de su vida permanecen en el misterio ya que generalmente se mantiene fuera del ojo público.
Comenzó a hacer negocios desde muy chico revendiendo llantas usadas; de joven invirtió en perfumes, desodorantes, medias y pasta de dientes en el mercado negro, triplicando su inversión. En 1988 con la Perestroika, que abrió oportunidades a los empresarios, creo una empresa de muñecas con éxito inmediato. Con el tiempo sus negocios crecieron en número y complejidad. Comenzó a operar internacionalmente creando una empresa en Suiza, Runicom. Construyó su fortuna a principios de los 90, cuando grandes sectores de la economía rusa fueron privatizados bajo el presidente Borís Yeltsin, haciéndose rico con el petróleo y el gas. Su primer gran trabajo consistió en comerciar productos petroleros de la empresa número 1 de la localidad de Omsk-ciudad al sureste de Siberia a 2700 kilómetros de Moscú-.
En 1995, con su entonces socio Boris Berezovski-ex matemático-compró-en 110 millones de dólares-el gigante del petróleo Sibneft-conglomerado que unió las atomizadas y pequeñas empresas del sector-, lo que lo catapultó desde Komí a las filas de los multimillonarios. En pocos años se hizo evidente el valor real de la empresa, que fue vendida por 13 100 millones de dólares a la corporación estatal de gas Gazprom-Abramóvich era propietario del 80% de las acciones-. Posteriormente expandió sus negocios a la industria del aluminio-50% de las acciones que vendió en 2005 a su amigo millonario Oleg Deripaska-, la línea aérea Aeroflot-25%-, al acero-41.4% de las acciones del gigante Evraz Group-y a la televisión rusa-emisora ORT-. Tiene hoteles, cines y supermercados; también centrales eléctricas, bancos, fábricas de papel y compañías de seguros. Hace un par de años decidió incursionar en el mundo de los alimentos-Petmol, la más grande lechera de Rusia-; sus intereses actuales se orientan a la industria farmacéutica. Hoy sus intereses-3 a 4% del PBI de Rusia-están en su mayor parte controlados por una empresa matriz con registro británico, Millhouse Capital.
Sentimentalmente se sabe que se casó por primera vez a los 21 años, el verano de 1987, cuando era un estudiante sin dinero, con Olga Lysova, tres años mayor que él, compartiendo un pequeño apartamento de un dormitorio en una torre de bloques, con Nastya de dos años, hija de Olga producto de una relación anterior, divorciándose en 1990. En 1991 se casa con Irina Malandina, una glamorosa rubia, azafata de Aeroflot-la compañía aérea rusa- con la que tuvo cinco hijos-actualmente de 39 años- de la que se separa en 2007 en los tribunales rusos, en un acuerdo de dos mil millones de libras esterlinas, tras mas de quince años de relación. Su nueva amiga es una joven modelo rusa de 25 años, bien educada, atractiva y sexy, llamada Daria Zhukova, hija de un oligarca ruso. Dasha-como le dicen cariñosamente-aficionada al arte, ha conseguido el apoyo de Abramóvich en la apertura de una lujosa galería en Moscú: El Garaje.
Por si fuera poca la adversidad del contexto anterior; su nacimiento se realiza en la ciudad rusa de Sarátov-isla de halcones-a 858 kilómetros al sureste de Moscú, sobre el lado derecho del río Volga, que en ese momento-y hasta 1991-fue una ciudad cerrada, fuera del alcance de todo extranjero, lo que lo condenaba a vivir confinado; pero la realidad actual es que Abramóvich reside la mayor parte del año en Londres; alterna su residencia en el Verano en Niza, y vive majestuosamente en una mansión que ocupa 42 hectáreas, en las afueras de Moscú, en un área muy custodiada a la que no puede tener acceso el común de los rusos porque allí viven los nuevos ricos.
Pero su pronóstico siguió complicándose, pues queda huérfano a la edad de 18 meses por enfermedad y muerte de su madre y cuando Román solo tenía cuatro años, su padre pierde la vida en un accidente de trabajo en una construcción, por lo que fue adoptado por su tío paterno, alto funcionario de la industria petrolera soviética, que lo cría en Ujtá, en la República Komi, en una región petrolera de Siberia-históricamente conocida como Ziriania-en el noroeste de la Federación Rusa.
Se fue a vivir con sus abuelos maternos al norte de Moscú; realizó estudios en la escuela industrial de la ciudad de Ujtá, pero debió interrumpirlos para alistarse en el ejército. Estudio en el Instituto Gubkin de Petróleo y Gas en Moscú, abandonando posteriormente la Universidad. En el 2000 se graduó en derecho en la Moscow State Law Academy. Poco se conoce sobre su vida personal y es refractario a las entrevistas, por lo que muchos aspectos de su vida permanecen en el misterio ya que generalmente se mantiene fuera del ojo público.
Comenzó a hacer negocios desde muy chico revendiendo llantas usadas; de joven invirtió en perfumes, desodorantes, medias y pasta de dientes en el mercado negro, triplicando su inversión. En 1988 con la Perestroika, que abrió oportunidades a los empresarios, creo una empresa de muñecas con éxito inmediato. Con el tiempo sus negocios crecieron en número y complejidad. Comenzó a operar internacionalmente creando una empresa en Suiza, Runicom. Construyó su fortuna a principios de los 90, cuando grandes sectores de la economía rusa fueron privatizados bajo el presidente Borís Yeltsin, haciéndose rico con el petróleo y el gas. Su primer gran trabajo consistió en comerciar productos petroleros de la empresa número 1 de la localidad de Omsk-ciudad al sureste de Siberia a 2700 kilómetros de Moscú-.
En 1995, con su entonces socio Boris Berezovski-ex matemático-compró-en 110 millones de dólares-el gigante del petróleo Sibneft-conglomerado que unió las atomizadas y pequeñas empresas del sector-, lo que lo catapultó desde Komí a las filas de los multimillonarios. En pocos años se hizo evidente el valor real de la empresa, que fue vendida por 13 100 millones de dólares a la corporación estatal de gas Gazprom-Abramóvich era propietario del 80% de las acciones-. Posteriormente expandió sus negocios a la industria del aluminio-50% de las acciones que vendió en 2005 a su amigo millonario Oleg Deripaska-, la línea aérea Aeroflot-25%-, al acero-41.4% de las acciones del gigante Evraz Group-y a la televisión rusa-emisora ORT-. Tiene hoteles, cines y supermercados; también centrales eléctricas, bancos, fábricas de papel y compañías de seguros. Hace un par de años decidió incursionar en el mundo de los alimentos-Petmol, la más grande lechera de Rusia-; sus intereses actuales se orientan a la industria farmacéutica. Hoy sus intereses-3 a 4% del PBI de Rusia-están en su mayor parte controlados por una empresa matriz con registro británico, Millhouse Capital.
Sentimentalmente se sabe que se casó por primera vez a los 21 años, el verano de 1987, cuando era un estudiante sin dinero, con Olga Lysova, tres años mayor que él, compartiendo un pequeño apartamento de un dormitorio en una torre de bloques, con Nastya de dos años, hija de Olga producto de una relación anterior, divorciándose en 1990. En 1991 se casa con Irina Malandina, una glamorosa rubia, azafata de Aeroflot-la compañía aérea rusa- con la que tuvo cinco hijos-actualmente de 39 años- de la que se separa en 2007 en los tribunales rusos, en un acuerdo de dos mil millones de libras esterlinas, tras mas de quince años de relación. Su nueva amiga es una joven modelo rusa de 25 años, bien educada, atractiva y sexy, llamada Daria Zhukova, hija de un oligarca ruso. Dasha-como le dicen cariñosamente-aficionada al arte, ha conseguido el apoyo de Abramóvich en la apertura de una lujosa galería en Moscú: El Garaje.
En 1999 adquirió el equipo de jockey ruso Avangard, de la ciudad de Omsk. Como apasionado del fútbol es propietario de varios clubes profesionales: En Fulham Inglaterra, sede del Chelsea FC de Londres, -al que desde 2003, ha invertido más de 630 millones de euros-; con el que ha ganado en dos ocasiones la Premier League inglesa; el CSKA en Moscú y el equipo carioca Corinthians de Brasil.
Con un costo estimado de 250 millones de euros, ha encargado a los astilleros de Hamburgo-Alemania-, la construcción de un “superyate” que llevará por nombre “Eclipse” y estará equipado con un sistema de detección de misiles como protección frente a piratas y terroristas; la embarcación, de 170 metros de eslora-la más grande del mundo en su tipo-contará con una tripulación de setenta personas y camarotes para 24 invitados. El navío se convertirá en el buque insignia de tres yates que ya posee: el “Pelorus”-que compró al jeque de Arabia Saudí Modhassan-normalmente atracado en Malta; el Susurro y el Ecstasea.
En septiembre de 2007 se convirtió en el primer comprador de un Airbus A380 para uso privado-el avión mas grande del mundo, capaz de transportar 840 pasajeros, que será decorado “a su medida”-, con un costo estimado de 300 millones de dólares.
Recientemente compro a la organización internacional “The Lunar Embassy”, una parcela lunar de 100 acres, situada en la parte visible de la luna, como regalo para su prometida Dasha.
Durante los últimos diez años ha participado en política, fue elegido en 1999 representante en la Duma o Parlamento de Chukotka-distrito autónomo del extremo nordeste de la Federación Rusa, en la costa del Mar de Bering, frente a Alaska- de 737 700 km²-pero solo 55000 habitantes de 86 grupos étnicos-; con grandes reservas de petróleo, gas natural, carbón, oro y tungsteno. En diciembre de 2000 fue elegido gobernador de dicha región, y en 2005, el presidente ruso Vladímir Putín le renovó el cargo para un segundo período que concluía en 2010; Abramóvich viajaba de manera esporádica a Chukokta, que tradicionalmente se dedica al pastoreo de renos y caza de morsas. En 2008 dimitió a este puesto político, después de haber invertido millones de dólares para el desarrollo de la infraestructura regional, comprando miles de casas para los habitantes de Chukokta.
No hay un juicio final sobre Román, por ser muy joven y por permanecer vivo; sus detractores simplifican su situación como la suma de buenas relaciones-con la hija del presidente Yeltsin: Tatyana Dyachenko-, el comprar activos privatizados a precios ridículos-Sibneft en petróleo y RusAl en aluminio-, un poco de lógica empresarial y vender al precio del mercado. Pero su éxito es incuestionable ya que es famoso, y a decir del algún comentarista, se ha convertido en “uno de los hombres más envidiados del planeta”, no obstante las preguntas sin respuesta sobre el origen y naturaleza de su fortuna, no se le puede acusar de ningún hecho ilegal y no hay ninguna demanda legal contra el y su inmensa riqueza. A pesar de haber sido investigado nunca fue condenado por delitos administrativos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario