miércoles, 15 de octubre de 2008

Sucesos de Otros Lares 06 Ixtapaluca: Aviario sui generis.

Imagen: El autor de visita en el Aviario
Ixtapaluca (lugar donde se moja la sal), populoso municipio oriental del Estado de México, conurbado con el Distrito Federal, antaño afamado por la gran finca ganadera Santa Bárbara, propiedad del ex presidente Plutarco Elías Calles, con sus mas de 600 000 habitantes, tiene uno de los mayores crecimientos demográficos de América Latina y con sus numerosas unidades habitacionales de clase media y media baja, mimetiza una de las grandes sorpresas que he tenido recientemente, la espléndida reserva ecológica Vida Silvestre.

Por un esfuerzo personal del Ornitólogo Jesús Estudillo López, graduado en la UNAM y postgraduado en la Universidad de Ohio, dedicado toda su vida a reproducir aves en vías de extinción en cautiverio, desde hace 40 años creo su propio laboratorio experimental, en un proyecto muy ambicioso en la Granja La Siberia, durante muchos años reservada a unos pocos iniciados, pues no fue sino hasta hace unos cuatro años que tímidamente se abrió al público en general.
Vida Silvestre JEL (siglas del Medico Veterinario zootecnista creador del Aviario) A.C. nació en un oasis de vegetación selvática de siete hectáreas de superficie, en medio de la urbe, con el propósito de dar continuidad a la impresionante obra del Dr. Estudillo, por lo que esa selva hasta ahora impenetrable, actualmente está accesible a todos aquellos deseosos de compartir su sueño. Este santuario paradisíaco, catalogado como uno de los aviarios más grandes y diversos del mundo, se ha constituido en un centro de reproducción y protección de animales en peligro de extinción, buscando generar una cultura de conservación integral mediante programas de educación ambiental.


Desde que uno llega a este aviario y durante todo el recorrido, tiene la fortuna de ser asistido por los guías del Centro, que orientan con gran amabilidad en cualquier momento, facilitando la visita que permite admirar más de 600 especies de aves exóticas y hermosas, de diferentes partes del mundo. A éstos guías se les conoce como “Curupiras” –Duendes juveniles nocturnos, guardianes del bosque y de los animales según la mitología Amazónica-

Las primeras aves en la ruta de visita se observan en el Aviario Chimalapas, en donde se encuentran tucanes, loros, hoco faisanes- Crax rubra- que se encuentra en los bosques del sur de México, Centroamérica y el occidente de Colombia y Ecuador, y otras especies exóticas. El nombre de esta sección evoca la infancia del fundador del Centro, ya que desde niño conoció la selva de Los Chimalapas, región entre Oaxaca, Chiapas y Veracruz, y uno de los pocos lugares que aún conservan importantes ecosistemas.

Continuamos en el Madidi-nombre asignado por el Parque Natural que se encuentra entre las Provincias Yacuma y Ballivián, al noroeste del Departamento de La paz, Bolivia- en donde se exhiben Guacamayas de muchos colores, tucanes toco-los de mayor tamaño-, penelopina nigra –chachalaca-, pavas y muchas especies de loros.

Gran diversidad de cacatúas y loris de Oceanía están en el Santuario Manu Waiata “pájaro cantor” en Maori-dialecto de los aborígenes de Papúa Nueva Guinea-. En el área de viajeras incansables están majestuosas grullas-aves voladoras mas grandes del mundo- y en las Guerreras del Aire hay águilas, halcones, buhos y lechuzas. En el Oasis de los Flamencos, un pequeño manglar que sirve de refugio a esas coloridas aves; libres por el parque, en contacto directo con el público, pacíficos emús–aves grandes no voladoras, originarias de Australia- convivieron con nosotros.

Al seguir el recorrido puede observarse al legendario Casuario, ave solitaria no voladora, con una protuberancia ósea sobre la cabeza, que vive en la selva lluviosa tropical de Australia y Nueva Guinea. En el área de Tesoros Mexicanos se encuentran aves endémicas de México, de gran belleza y valor nacional como el pavón, la cotorra serrana oriental y occidental entre otras especies. El Paraíso de los Dayaks-pueblo aborigen de la isla de Borneo en el archipiélago Malayo-, replica del sureste de Asia donde se puede observar aves del paraíso, palomas de exóticas coronas y loros de Pesquet-rara especie que habita en las selvas montañosas de Nueva Guinea-, entre otras misteriosas aves.

Después de apreciar numerosas aves acuáticas, llegamos al momento estelar, la llegada al Aviario Quetzalcóatl, santuario dedicado al ave mas sagrada de mesoamérica: el quetzal, ave originaria de los bosques de niebla de México, Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamá.

El Pharamachrus mocinno -nombre científico del quetzal, cuyo significado es "garganta grande"- que se consideraba no podía reproducirse en cautiverio, lo ha logrado en este notable aviario, gracias a la replica casi exacta de las condiciones de Los Chimalapas, de donde trajeron como polluelos, a estas aves sagradas emblemáticas de los mayas, que dieron vida al famoso penacho del emperador azteca Moctezuma.

Para aumentar el esparcimiento, en el parque no solo hay aves, también se exhiben tigres, jaguares, panteras, primates, tortugas y hasta un canguro; si se tiene suficiente suerte, además podrán ver entre la maleza a los huidizos venados tezamates, que deambulan sueltos en los senderos.

Mi familia y yo recomendamos ampliamente que visiten este singular aviario, en el que pululan 5 mil aves de 670 especies distintas de cinco continentes, la mayoría de las cuales se hallan amenazadas de extinción. Si vienen del Distrito Federal, para hacerlo tomar la autopista México-Puebla, salir en la caseta de Chalco, dar vuelta en U hacia la carretera federal México-Puebla, seguir los señalamientos y en la Avenida Acozac de Ixtapaluca, se encuentra Vida Silvestre.

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