viernes, 29 de agosto de 2014

29 TAILANDIA (66)

Desafiando el toque de queda decidimos de todas formas ir a Tailandia, afortunadamente no había ningún indicio de peligro por lo que hicimos un recorrido turístico normal. Aquí encontramos al grupo rebosante de optimismo.

Prácticamente el mayor porcentaje del tiempo lo dedicamos a visitar Templos Budistas, es una experiencia muy gratificante por la conducta ejemplar de los monjes y de los fieles. No cabe duda que es una religión amigable.

En Wat Pho, un templo budista, se encuentra el Buda Reclinado de 46 metros de largo y 15 metros de altura, todo recubierto de pan de oro. Uno se pregunta ¿Cómo lo metieron al edificio? tomando en cuenta que casi no deja espacio en el recinto.




Siempre pasábamos por el mercado  Pak kiong talait o mercado de las flores; nos llevaron al Barrio Chino, ahí compramos cantidades industriales de mangostinos y de rambutanes.


En uno de los canales de la parte vieja de Bangkong nos llevaron a ver las marionetas elaboradas con bambú y ropas de finos bordados.

Por la noche fuimos a un espectáculo folklórico, notar la súper elegancia de Lizther, donde además de cenar muy sabroso gozamos de la danza tailandesa, que al parecer deriva de la tradición camboyana, del baile Apsara, que se caracteriza por el cuerpo erguido desde el cuello hasta las caderas y por los movimientos casi imposibles de las manos.





Dos días comimos en el Río Chao Phraya, una en un restaurant y otra vez en una barcaza. El río divide la Ciudad de Bangkong en dos mitades.

Forzando el programa, una noche pedimos que nos dejaran en algún Centro Comercial llevándonos al Central World Mall, un ícono de los megamalls de Bangkong; con su pista de patinaje sobre hielo y sus 15 pantallas de cine, hace de la visita un suceso.
En el Mall, además de las modernas tiendas de productos de marcas, hay restaurantes y cafés, pero lo que más me impresionó, en el último piso hay venta de comida, particularmente de frutas, por su variedad, presentación y forma de empaque, un lugar digno de recordar.

En Wat Tarimit se encuentra el Buda de Oro, de unos tres metros de altura y según dicen más de cinco toneladas de oro.

También estuvimos en el Palacio Real, las construcciones impresionantes, con muchos detalles y magnífico mantenimiento.

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