TRAZOS AUTOBIOGRÁFICOS 11 1954

Ingreso al tercer año de primaria en la Escuela Estatuto Jurídico de Ciudad Jardín, cuyas instalaciones eran de lo mejor posible para una Escuela Pública, pues recién había sido inaugurada en 1951.
Tuve la inmensa suerte de ser alumno, por tres años consecutivos, de la Maestra Elvira Jasso Arciniega, brillante tapatía que insistía muy especialmente en la caligrafía y en la ortografía.

Mi padre inicia negociaciones comprando los primeros 1500 metros cuadrados de terreno de Hidalgo 199 en el pueblo de San Pablo Tepetlapa en Coyoacán, posteriormente se iría ampliando el solar con compras progresivas a los vecinos, Don Nico y varias a Pepe Rivas. Con esas compras iniciamos un largo proceso de recolección  de "piedritas" en cubetas para limpiar el terreno, que culminó al cabo del tiempo en magníficos jardines.

La familia se ensombrece, cuando menos pensamos llega la muerte, mi hermano Eduardo Antonio, recién nacido a los dos meses y medio fallece de muerte súbita, de lo que se llama "cuna vacía", que no advierte, sino que se presenta inesperadamente.

Yo quería ser Boy Scout como todos mis primos maternos, no se pudo,  de forma que me volví "lobato espurio", me auto nombré explorador, inventé mis canciones, convoqué a otros niños y creamos un grupo funcional que incursionaba por los múltiples baldíos alrededor del Anahuacalli, cortábamos los tiernos troncos huecos tubulares de las dalias silvestres y con las semillas verdes del pirú habilitábamos certeras cerbatanas.

Armando aparece en el panorama con su balón de fútbol americano. En la foto además aparecemos Mario, Rodolfo, mis primos hijos de mi tía Chelo, Lalito y Pepe Luis, y yo entre ellos.

Entonces vivíamos en la casa número 188 de la calle de Hidalgo,  propiedad de mi tío Armando que tenía alberca y la de Hidalgo 199 rocas gigantes.