En estos días de asueto de los nietos, no todo ha sido risa y contento, pues pasaron por momentos difíciles, como puede apreciarse en la cara de horror, al estar a punto de ser engullidos por las fauces de un horrible monstruo de piedra, quizá la mismísima serpiente emplumada Quetzatcóatl.
Afortunadamente lograron sortear este peligro y se encuentran los cinco haciendo las travesuras propias de su edad y de su buen estado de Salud.
Saludos a Papapa y Mamama, pronto estarán los nietos de retorno a tierras dominicanas.
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