domingo, 28 de abril de 2019

INAUGURACIÓN DE LA SALA DE CINE PAPÁ MARIO


Les quiero contar una anécdota rápida primero, cuando era estudiante de medicina teníamos en el Hospital General una clase, la clase era de salud pública. Por razón natural todos los muchachos estudiantes veían con desprecio a la salud pública, porque todos estaban estudiando para ser especialistas y ricos, no sanitaristas buenos y pobres, entonces el maestro que era un gran maestro, cuando llegaba a clases se encontraba que había dos alumnos, ¡en esas aulas del hospital general para 120 alumnos!. Y él decía lo que yo voy a decir: Ahora que ya estamos los más importantes, vamos a empezar.
En los años 60 cuando llega el futbol americano a la televisión de México va creando una bola de nieve y ahí nacen sobre todo los seguidores de los Vaqueros de Dallas, como es el caso de mis hermanos Armando y Rodolfo,
Y entre ellos mi padre, Papá Mario también le iba a los Dallas Cowboys. Nos reuníamos alrededor de él, no era una cosa formal, llegábamos, comíamos con los papás y veíamos el juego.
Pasó el tiempo y ya a los finales de los setentas, se había hecho una costumbre, sobre todo para los juegos finales de campeonato.

Había una cosa que reforzaba ver el juego, teníamos dos hermanos, Rodolfo y Mario, que jugaban futbol americano, primero en los Gallos de la Prepa #5, después Rudy en los Escorpiones de Ingeniería y finalmente, hasta en el equipo de liga mayor,  los Cóndores de la UNAM.
A pesar de que éramos aficionados, la verdad es que el que no sabía nada de nada,  ni entendía nada era mi papá, pero ahí estábamos.
Pasaron los años, desafortunadamente le tocó a mi padre fallecer, en los ochenta y ya para entonces  estaban los Súper Bowl. Y cada vez, que había juego, nos reuníamos de nuevo en la casa. Cuando muere él, mi mamá, continúa y toma la tradición.
Entonces, estamos aquí no tanto para ver el juego de futbol americano, sino para seguir una tradición familiar. Esto ya se hizo una tradición familiar.
Que algunos, o a todos nos agrada, pero Memo en particular ha tomado mucho gusto por hacer estas reuniones y se lo agradecemos.
Entonces, concluyo con una cosa… Nada más justo que lo que hizo él, nombrar esta sala Doctor Mario Jaime Palacios.
Porque a la fecha se le recuerda con mucho cariño y agradecimiento, ya que todos en algún momento recibimos  siempre algún apapacho o protección.
Y no me dejarán mentir sus nueras, cada una de ellas, como algunas que están aquí y son de esos comandos zetas, que hay por ahí, todas deben tener algún buen recuerdo.
Entonces, yo  agradezco mucho, que Memo le haya puesto a esta sala el nombre de nuestro padre.
Les digo y con eso concluyo, de verdad que nunca entendió el futbol americano, pero él,  al futbol americano no lo veía como un fin,  lo veía como un medio para juntar a la familia.
Todavía en este grupo seguramente hay mucho villamelón, entre ellos me incluyo yo, así como otros villamelones Villaseñor.
Por tener las características del gabinete actual: haber jugado beisbol, ser viejo y  ser pendejo, califico perfectamente para declarar inaugurada la sala “Dr. Mario Jaime Palacios”.



No hay comentarios: