domingo, 11 de noviembre de 2018

TRAZOS AUTOBIOGRÁFICOS 35 1977

Después de posponerse varias veces, Don Chuy Garza y la Nena Vizcaya acuden a nuestra cita, para como padrinos, bautizar a Beto en la iglesia de San Pablo Tepetlapa; nuestros compradres son testigos que mi hijo quería llamarse José Luis y no Humberto, tuvimos que corretearlo por el atrio para que finalmente permitiera que el rito se llevara a cabo en forma adecuada.


El Director de la Clínica 30 es nombrado Jefe de los Servicios de Planeación y Evaluación Médica de la Subdirección Médica del IMSS, de todos los posibles candidatos solo me lleva a mi como su colaborador en el puesto de Asesor, permanezco unos meses, pero con el cambio de jefe regreso a la Clínica 30, encontrando que el nuevo director es el Dr. Roberto Flores Vázquez que me da el "II Curso de Directivos" ya que él es eminentemente práctico; revisamos almacenes, casa de máquinas, así como mecanismos administrativos y contables.


Dr. Flores Vazquez
Con el Dr. Amado.
Con los doctores Villavivencio y Barrios.
Con Rosita Hernández Maldonado.
Con mis alumnos del A-36
Cada vez que había oportunidad aprovechábamos para pasear en los alrededores del Distrito Federal, en esa época acompañados por Enrique Carrillo, por ejemplo las fotos muestran a la familia en las Pirámides de Teotihuacán y en Tlamacas.

Teotihuacán

Tlamacas, al fondo el Ixtaccihuatl.
Desde el punto de vista de esparcimiento jugaba boliche con el personal con el personal de la Clínica Hospital y me daba espacio para jugar ajedrez en el bosque de Chapultepec, recordando ahora a dos contrincantes inolvidables, el Sr. Prieto y el Sr. Rojas que organizaban juegos colectivos hablados, con la única restricción de que las piezas deberían tocarlas solo un jugador por equipo.





Ya para esa fecha, como consecuencia de la crisis económica, muchos propietarios no podían cumplir con sus compromisos, traspasando su casa; eso nos dio una oportunidad para hacernos de la casa de Almoloya 10 en la Colonia Vergel de Coyoacán, para ello tuvimos que vender el terreno de Cipreses, pedir un préstamo a la caja dse ahorros del IMSS, agotar nuestros ahorros y quedar con pagos ñpor hacer. De tal forma que cuando nos mudamos, los primeros días Rosita y yo tuvimos que dormir en el suelo.
La casa de estilo mexicano, aparentemente ruinosa, de color amarillo mostaza, con puerta de madera destruida, tenía en cambio tubería de cobre, espléndida cocina integral y barda perimetral

1 comentario:

Unknown dijo...

Un saludo especial para la familia Alarid-Villaseñor