sábado, 22 de agosto de 2015

TRAZOS AUTOBIOGRÁFICOS 03 1946


Había quedado atrás la II Guerra Mundial, en nuestro País, en 1946, por cada mil nacían 46 y morían 18; la esperanza de vida al nacer era de 49 años, por tanto estadísticamente, al momento de escribir esto, ya estoy viviendo tiempo extra.
México con sus veintidos millones de habitantes se aprestaba al crecimiento, yo en  lo particular, gracias a los beneficios de la leche materna, como puede apreciarse, me dediqué  a adicionar kilos.                                                              





En mi carácter de hijo único, recibo constantemente una sobredosis de cariño y cuidado, como ejemplos Mamá Tete en el jardín callejero de la casa de mi abuelita Maurita en Obrero Mundial 806 de la Colonia Álamos;

Papá Mario en el patio interior de la casa de mi abuelo Papá Ricardo y mi Tía Tete, la hermana menor de mi padre, al pie de la buganvilia de la entrada de la casa de los abuelos Ricardo y Rosita, en Balboa 11, Colonia Portales.


Antes de cumplir mi primer año de edad, por fin doy mis primeros pasos en la Terraza de la casa de los Jaime Palacios, con tan solo una virtual protección de la balaustrada que la rodeaba.




No hay comentarios: