martes, 19 de agosto de 2008

Merecería ser verdad II RICHARD BELL Minero/Payaso


Imagen: Foto del Autor en el Cementerio Británico
Pedro Romero de Terreros, Conde de Regla, obtiene en 1749 la concesión de las anegadas minas de Pachuca; al desaguarlas, queda descubierta la veta La Vizcaína que lo llevó a ser sin duda el hombre más rico de América, amasando hasta su muerte una enorme fortuna .

En 1824, en el México independiente, decae la actividad minera, el tercer conde de Regla concerta un contrato de arrendamiento, para trabajar las minas, fundándose en Londres la Compañía de los Caballeros Aventureros; que mecanizó la explotación y amplio la red de caminos que comunicaban las bocas de los tiros con las haciendas de beneficio, iniciando el arraigo de ciertas costumbres británicas en Real del Monte y Pachuca.

El Mineral de Real del Monte, con su altura, el clima frío predominante y la facilidad que tiene para nublarse, resultó ser el lugar ideal para recibir a los Cornish, grupo étnico de origen celta que habitaba en la península de Cornalles, al suroeste de Inglaterra, que gozaban de la fama de ser considerados los mejores mineros del mundo, pues provienen del denominado “país del estaño”, principal fuente de abastecimiento para las civilizaciones del mediterráneo antiguo.

Los córnicos tardaron un año, para desde Veracruz, trasladar las mil quinientas toneladas de maquinaria que traían a cuestas; como toda cultura traían sus propias tradiciones, su religión metodista, sus costumbres gastronómicas, como el cornish pasty, que en sincretismo con la cultura mexicana dieron origen a los pastes.

Como es natural, al paso del tiempo, los mineros británicos y sus familias fueron falleciendo, por lo que habilitaron a finales del siglo XIX, un cementerio, que los mexicanos conocemos como el Panteón de los Ingleses de Real del Monte, el cual alberga a más de 600 córnicos enterrados con los mismos ritos que se acostumbraban en sus ciudades natales, Camborne y Redruth en Cornwall o Cornualles, un condado administrativo y ceremonial que ocupa gran parte de la península del mismo nombre, constituyendo el extremo suroccidental de Inglaterra.

Dicen que los ingleses que se encuentran fuera de su país, tienen la costumbre mortuoria de orientar sus tumbas en dirección a la Gran Bretaña. El Cementerio británico de Real del Monte, Hidalgo, conocido también como Panteón inglés es un sitio misterioso y lleno de nostalgia en el que todas las tumbas, según la tradición, están orientadas hacia la Gran Bretaña, excepto una, la de Richard Bell, quien ordenó que su lápida, "diera la espalda" a las de sus desdeñosos paisanos. Así, hoy se puede ver que su tumba es la única que contradice el orden geométrico del cementerio (ver foto).

Según las interesantes explicaciones de los sepultureros del panteón, los guía de visitantes, los folletos turísticos oficiales de Hidalgo y el conocimiento popular, que se ha diseminado por tradición oral, de generación a generación de los habitantes de Real del Monte, la persona que está enterrada con los pies dirigidos hacia el sur y la cabeza al norte, protestando por el desprecio de sus paisanos, es el gran payaso de fama mundial Richard Bell, aquel que en 1858 naciera en Deptford, Inglaterra, debutara a los dos años en Lyon, Francia y triunfara en todo el mundo, incluyendo el México porfiriano.

Durante años se creyó que el payaso había muerto en México y había sido enterrado en el Cementerio Inglés de Real del Monte, pues una lápida lleva su nombre, de hecho, es la única lápida que no está colocada mirando al noreste, hacia Inglaterra, como todas las demás. Se decía que esto era así porque el payaso había decidido llevarles a todos la contra.
No obstante, investigaciones recientes muy bien documentadas muestran que en realidad el payaso Richard Bell en 1911, luego que supo que los revolucionarios usaron los carros del ferrocarril que él ocupaba para su circo Bell, decidió regresar a Inglaterra, con escala en Nueva York en donde lo alcanzó la muerte, siendo enterrado en esa Ciudad. De manera que el Richard Bell que está enterrado en Real del Monte, parece ser un minero y no el legendario payaso, lo que, como es de esperarse, muchos se resisten a creer.

Richard Bell, el minero, según la inscripción de su lápida, nació en Middleton, Tresdale, Inglaterra, en 1812, cuarenta y seis años antes del nacimiento del gran clown, muriendo en 1875 a la edad de 63 años, lo que confirma que no son los restos del payaso más famoso del mundo los que se encuentran en la tumba número 55 al lado izquierdo del panteón, justo la que esta al pie mío en la foto de la portada en el Cementerio Británico de Real del Monte.

Si bien es cierto que Bell estuvo con sus hermanos, de visita en Pachuca, fue solo una vez con motivo de una gira artística en 1886, once años después de la muerte de su homónimo, no volviendo nunca jamás, contradiciendo con desencanto tan bella leyenda.

Para decepción de muchos, esa es solo una bella historia, no es más que un mito que gusta conocer a quienes visitamos el camposanto, que se encuentra en el exuberante bosque de oyameles y flores, sitio del panteón inglés, lleno de magia, misterio y originalidad.

Personalmente, a pesar de la evidencia, prefiero quedarme con la idea de que Richard Bell, el payaso, está en el Panteón Inglés, porque la historia merecería ser verdad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El dia de ayer visite el panteon ingles y hasta foto me tome con la lapida del supueesto richard bell y aunque no sea verdad yo me quedo tambien con esa historia :) saludos desde tampico