En el lado oriente se encuentra el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo de la Unión y en el lado norte la Catedral Metropolitana, sede del poder eclesiástico. Es el lugar donde el pueblo se reúne para mostrar su regocijo o su descontento.
Desde la época prehispánica manifiesta su importancia como centro religioso y ceremonial en donde se encontraban los principales templos y adoratorios, entre ellos el Gran Teocali que era el edificio principal de los aztecas, conocido como el Templo Mayor.En la época colonial, al diseñar la traza de la nueva ciudad, se crea la Plaza Mayor y se inicia el Portal de Mercaderes, instalando tiendas o cajones de ropa. En 1551 se promueve la edificación de la Catedral; en 1695 se inicia la construcción del Parían que se estrena en 1703, que llegó a ser el almacén de moda donde se exhibían los productos traídos por los galeones y la Nao de Filipinas.
El Virrey Conde de Revillagigedo ordena en 1789 la remodelación de la Plaza Mayor y al levantarse el piso, se descubrieron las piedras arqueológicas del Calendario Azteca y el Cuauhxicalli de Tizoc.
En 1796, el marqués de Branciforte legó a la ciudad la escultura ecuestre de Carlos IV, obra de Manuel Tolsá, que fue inaugurada por el virrey Iturrigaray en 1803, en presencia del viajero y sabio alemán Alejandro de Humbolt.
Consumada la Independencia la estatua fue trasladada, quedando sólo el Parían que fue incendiado en 1828, que finalmente fue demolido en 1843 por ordenes del presidente Santa Anna. La plaza, sin escombros, para adornarla se propuso un Monumento a la Independencia, con el proyecto premiado del arquitecto Lorenzo de la Hidalga; levantando un basamento o zócalo sobre el cual iba a erigirse. Desde entonces se llamó El Zócalo a la Plaza de la Constitución.
En 1878 sobre el zócalo del monumento se instaló un quisco, creando un espacio verde que servía de paseo a los citadinos, así como una estación de tranvías tirados por mulas.Al termino de la revolución mexicana se tiraron los árboles, que habían crecido desmesuradamente, disponiendo la instalación de andadores y prados; hasta que en los cincuenta se suprimen los jardines, quedando actualmente una plaza descubierta, con estaciones del Metro y un asta banderas gigante.
Curiosidad:
En 1843 se construyó en el centro de la plaza un zócalo para recibir un monumento a la Independencia de México. Sin embargo, el monumento nunca fue construido y el zócalo permaneció solitario en el medio de la plaza por muchos años. A partir de expresiones como "nos vemos en el zócalo", se comenzó a confundir el nombre del basamento con el de la plaza, y la palabra zócalo se convirtió en un sinónimo de facto de "plaza central", siendo este vocablo exportado a otras ciudades de México.
En 1843 se construyó en el centro de la plaza un zócalo para recibir un monumento a la Independencia de México. Sin embargo, el monumento nunca fue construido y el zócalo permaneció solitario en el medio de la plaza por muchos años. A partir de expresiones como "nos vemos en el zócalo", se comenzó a confundir el nombre del basamento con el de la plaza, y la palabra zócalo se convirtió en un sinónimo de facto de "plaza central", siendo este vocablo exportado a otras ciudades de México.
El exterior de la catedral no se finalizó hasta 1813, con el develamiento de la estatua que realizó el arquitecto valenciano Manuel Tolsá (tres virtudes teologales) Fe, Esperanza y Caridad, que se encuentran sobre el reloj.Posee una planta en forma de cruz, con tres puertas principales hacia el zócalo capitalino, siendo la del centro una puerta jubilar que sólo es abierta en ocasiones especiales; cuenta con cinco naves y 16 capillas laterales, además de los altares principales.Destaca el coro, ricamente ornamentado en estilo barroco, con dos órganos monumentales y mobiliario proveniente de las colonias asiáticas del Imperio Español, pues se fabricaron en Macao y Filipinas.
Tiene dos niveles, el alto para canónigos y el bajo para seíses y sochantres (cantores salmistas)Mención especial requiere el retablo de los Reyes y la Capilla Real situados detrás del altar principal. El Altar de los Reyes se encuentra en el ábside del templo, detrás del Altar MayorOtro retablo destacado, ubicado en la nave central, es el Altar del Perdón obra de Jerónimo de Balbás en 1735, de estilo churrigueresco, cubierto con hoja de oro.
La cúpula que existe hoy en día, también es obra de Tolsá, de tambor octagonal, levantada al centro del crucero sobre cuatro columnas es rematada por una linternilla.Las torres de la Catedral tienen una altura de 64 metros, cada una rematada en forma de campana, entre las dos cuentan con espacio suficiente para albergar 56 campanas, aunque solo se han colocado treinta. La campana mayor, pesa alrededor de trece toneladas.En el costado oriente se encuentra el Sagrario Metropolitano de cantera gris y tezontle estilo barroco y fachada churrigueresca.Tras varios años de obras al haber estado en peligro de hundimiento, la Catedral ha recobrado su esplendor original.
Curiosidad:
La Catedral se construyó sobre el lugar en que se encontraba el Templo Mayor, durante el Imperio Azteca, para simbolizar el cambio de poder religioso.
La Catedral se construyó sobre el lugar en que se encontraba el Templo Mayor, durante el Imperio Azteca, para simbolizar el cambio de poder religioso.
A la llegada de los españoles, Moctezuma Xocoyotzin habitaba un palacio en México-Tenochtitlán al sur del Templo Mayor, en el lugar que actualmente ocupa el Palacio Nacional.Hernán Cortés construye dos palacios, que en 1562 la Corona Española compra en 33 mil pesos a Martín Cortés, hijo del conquistador, convirtiéndose el palacio en la nueva sede del poder virreinal, hasta 1821, al consumarse la independencia de México se renombra como Palacio Nacional.En 1847, con motivo de la invasión norteamericana, el ejército estadounidense izó la bandera de Estados Unidos en el Palacio Nacional; en tanto que por la invasión francesa, el emperador Maximiliano de Habsburgo, cambio el nombre a Palacio Imperial.
El palacio sufrió cambios importantes bajo gobiernos del México Independiente, desde Santa Anna a Porfirio Díaz, incluyendo a Benito Juárez, Lerdo de Tejada y el propio Maximiliano. En 1850 el general Mariano Arista, abre la gran portada del norte, llamada desde entonces puerta Mariana.
En 1872 en sus estancias de palacio, la muerte sorprende a Benito Juárez; Porfirio Díaz, en 1886 instaló la Campana de Dolores en la alta cornisa del balcón presidencial y a partir de entonces se celebra desde ahí el aniversario del Grito de Dolores.Todos los presidentes han hecho algunas modificaciones al edificio. Entre 1929 y 1935, Diego Rivera pinta sus primeros murales en Palacio Nacional, ampliando su trabajo de 1944 a 1952.
Curiosidad:El Palacio del Virrey, actual Palacio Nacional, se construyó sobre el lugar en que se encontraba el Palacio de Moctezuma Xocoyotzin, durante el Imperio Azteca, para simbolizar el cambio de poder político.
Pocos lugares encierran tanto significado para la cultura mexicana como la Plaza de la Constitución, un monumental espacio público rodeado por algunos de los más emblemáticos hitos urbanos de la urbe, que en conjunto constituyen una plaza pública muy importante.La Plaza de la Constitución de la Ciudad de México, informalmente el Zócalo, es la principal plaza de la ciudad, localizada en el corazón de la zona conocida como Centro Histórico o Primer Cuadro y considerada el centro de la identidad nacional mexicana; junto con las calles aledañas, ocupa una superficie rectangular de 46800 metros cuadrados, habiendo sido escogida su localización por los conquistadores, para ser erigida sobre lo que anteriormente era el centro político y religioso de Tenochtitlán, capital del imperio azteca.
Esta rodeada por la Catedral Metropolitana, al norte; el Palacio Nacional, al oriente y el edificio del Gobierno del Distrito Federal al sur. Durante los primeros 400 años de historia de la plaza, fueron instalados y removidos en numerosas veces jardines, monumentos, circos, mercados, rutas de tranvías, fuentes y otros ornamentos.
En la década de 1950, la plaza adquirió su austero aspecto actual, donde solamente se conservaron los arbotantes y el asta bandera. Por primera vez en cuatrocientos años, la plaza adquirió un aspecto limpio y despejado.
El viejo casco de la ciudad, integrado por 668 manzanas, comprende actualmente alrededor de 1436 edificios históricos repartidos en 9 Km2 de superficie, conservando prácticamente las cuatro calzadas que nacían del centro de Tenochtitlán: Tepeyac con destino al Norte; Tacuba con destino al Poniente; Iztapalapa con destino al Oriente y Coyoacán con destino al Sur.
En el Centro Histórico de la Ciudad de México se encuentran verdaderas joyas de la arquitectura, numerosas plazas públicas, palacios, templos, museos y mercados que son punto de referencia y han sobrevivido al paso del tiempo, destacando la opinión del barón Alejandro von Humbolt, que en la primera década del Siglo XIX la bautizó como la Ciudad de los Palacios.
Caminando hacia la zona de la Alameda, encontramos la Plaza Tolsá, el Palacio de Minería, el hermoso Palacio de Correos, edificio de indescriptible elegancia y el maravilloso Palacio de Bellas Artes, una de las salas de conciertos más hermosas del mundo, con sus impresionantes esculturas y estilo Art Nouveau en el exterior y Art Déco en su interior.
El Palacio de Correos, construido entre 1902 y 1907 por el italiano Adamo Boari -el constructor del Palacio de Bellas Artes- tiene una fachada en cantera, con decoraciones renacentistas. Su puerta principal es ochavada sobre la esquina, cubierta por una marquesina de hierro forjado sostenida por gruesas cadenas y sobre ellas se alzan dos balcones. El interior del edificio es atractivo por su espacio y por su combinación de hierro forjado con mármol de Carrara en la escalera, los mostradores, las mesas y los buzones.
El Palacio de Bellas Artes, es la máxima casa de cultura del país, considerado el mejor teatro de opera de México y es el monumento más importante del país dedicado a lo mejor de las bellas artes en todas sus manifestaciones. La UNESCO lo declaró monumento artístico en 1987. En su interior se encuentran murales de José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, entre otros. Fue encargado por el presidente mexicano Porfirio Díaz al final de su mandato con el motivo de la celebración del Centenario del Inicio de la Independencia de México.
Este recinto alberga diversos escenarios y salas para la práctica y exposición de obras de arte. Destaca la gran sala de espectáculos, con un aforo para 2255 personas, y un escenario de veinticuatro metros de longitud. En él se encuentra el gran telón antifuego (único en el mundo dentro de un teatro de opera) con la imagen de los volcanes mexicanos Popocatépetl e Iztaccíhuatl y con un peso de 24 toneladas, fue encargado a la Casa Tiffany de Nueva York a modo de un enorme rompecabezas; en el techo de la sala se encuentra la lámpara de cristales, que fue diseñada por el húngaro Geza Marotti y en ella se representa a el dios griego Apolo rodeado de las musas de las artes.
Con la colocación de la primera piedra, se inicia su construcción en 1904, pero por el movimiento revolucionario y la salida del país del arquitecto que la dirigía, se suspende y reanuda varias veces durante treinta años, hasta que finalmente es inaugurado en 1934 con una gran función de gala.
Enfrente del Palacio de Bellas Artes se aprecia uno de los edificios más simbólicos de la ciudad, la Torre Latinoamericana, el primer rascacielos de la ciudad y en su tiempo la construcción más alta de Latinoamérica.
Curiosidad:
La Plaza principal de México recibió el nombre actual, porque fue allí donde en Nueva España se juró la Constitución Española, promulgada en 1812; sin embargo el nombre está vigente, porque ahora hace alusión a la Constitución de 1857.
La Plaza principal de México recibió el nombre actual, porque fue allí donde en Nueva España se juró la Constitución Española, promulgada en 1812; sin embargo el nombre está vigente, porque ahora hace alusión a la Constitución de 1857.