Tengo solo ocho años de admirar a mi nieta Zara, me impresionó como se comunicaba desde antes de hablar, ella habló antes de cumplir un año de edad. Desde entonces y hasta la fecha es un prodigio con el lenguaje, su léxico es amplio y preciso y su pronunciación correcta.
Este domingo, con motivo de su cumpleaños, sus padres le ofrecieron una magnífica fiesta, que ella disfrutó plenamente de principio a fin. Su papá organizó la logística y su mamá fué la conductora del evento.
Para que el festejo fuera exitoso, todos aportamos algo de esfuerzo, destacando Beto Tío y Mamama.
Muy temprano, por vía telefónica, recibió un mensaje de Cucúabuelita, quien le manifestó todo el amor que le tiene, deseándole lo mejor, no solo en ese día, sino para toda la vida.
El escenario natural, un jardín mocano, por sus amplias dimensiones, permitió que apenas se notaran los sesenta y cinco invitados; el clima fue benigno, no hubo calor ni lluvia. Además de los regalos, el común denominador fue que todos contribuyeron con su buena voluntad y entusiasmo.
El programa incluyó volar chichihuas, papalotes, carreras a campo traviesa y con costales, jalar la cuerda, baile árabe, jugar con la pelota, romper la piñata, bailar las sillas y cortar la torta, pastel de cumpleaños, con su foto incluida.
Zara se retrató con sus amigos y familiares más cercanos, siempre en un ambiente de alegría y un marco de cariño.
Los invitados, además de las botanitas, podían optar por pizza, palomitas, algodón de azúcar, refrescos frios y congelados, todo esto acompañado de música infantil y en ocasiones merengues y bachatas.
Para tener una idea aproximada de la celebración, vean por favor el slide show y los mini vídeos.
Felicidades ZARA, te queremos mucho.
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